Concejal de UCD, agredido tras una moción de censura al alcalde de Las Palmas

Un concejal centrista del Ayuntamiento de Las Palmas resultó con heridas graves al ser agredido por un grupo de manifestantes a la salida del pleno donde fue aprobada una moción de censura contra el alcalde nacionalista, Manuel Bermejo, a propuesta del grupo de concejales de la UCD.

Este pleno había despertado gran expectación y numerosos militantes de la coalición Unión del Pueblo Canario (UPC) se concentraron en la plaza de Santa Ana, frente a la Casa Consistorial, para seguir a través de los altavoces las incidencias del mismo. Una vez finalizado, los militantes pasearon a hombros al alcalde censurado e increparon a los concejales de UCD, uno de los cuales, Oscar Roque, recibió un golpe con un palo que portaba una bandera canaria. El concejal tuvo que ser trasladado a una clínica, donde se le apreció una herida en la cabeza de cierta consideración.La moción de censura contra el alcalde fue presentada, según el portavoz centrista Rafael Martín, por la falta de un programa municipal, la ineficacia del Gobierno de mayoría de izquierdas, la utilización del ayuntamiento como plataforma para captar a nuevos militantes, los problemas creados a la ciudad debido a la mala gestión y la falta de autoridad que existe.

Votaron a favor de la moción la totalidad de los concejales centristas, y en contra, los de UPC, los socialistas y los de la asamblea de vecinos. Sin embargo, la abstención del único concejal del Partido Republicano Federal y la ausencia de un socialista, hizo posible que prosperara la propuesta de UCD.

Por otro lado, también se debatió una moción presentada por la coalición Unión del Pueblo Canario sobre los últimos incidentes ocurridos en Fuerteventura, en la que se solicitaba el traslado y disolución de la Legión, de acuerdo con un manifiesto de fuerzas políticas majoreras. Se pedía también en la misma moción que el ayuntamiento pidiera a la junta de portavoces del Congreso de los Diputados una investigación con la mayor urgencia sobre los hechos cometidos por legionarios. No obstante, la moción no prosperó, pues sólo contó con los votos favorables de los ocho concejales nacionalistas. Los socialistas se abstuvieron y los centristas votaron en contra.

Por último, fue derrotada otra moción nacionalista con respecto a la huelga de los portuarios, en el sentido de que la corporación se pronunciará contra la vulneración gubernamental, tanto del principio de autonomía de las partes en las relaciones laborales como contra la limitación en el ejercicio de un derecho público como la huelga.

Tres derrotas de la UPC

Las tres derrotas sufridas por la coalición electoral Unión del Pueblo Canario vuelven a poner en difícil situación al único ayuntamiento del archipiélago canario con alcalde nacionalista y uno de los pocos de capitales de provincias de todo el Estado.La crisis interna de Pueblo Canario Unido -principal sostén de la coalición UPC, dividida tras el último congreso-, la falta de entendimiento con los socialistas y el deterioro de la vida municipal son los factores principales que están conduciendo al Gobierno municipal a un callejón sin salida. El propio Partido de la Revolución Canaria, integrado en PCU, manifiesta, en una resolución aprobada por su comité central, que «el Gobierno municipal está quemado».

Diferentes observadores políticos opinan que la crisis del Gobierno de izquierdas del Ayuntamiento de Las Palmas será permanente. Juan Rodríguez Doreste, portavoz socialista, manifestó que el origen está en que «nosotros pactamos la elección de un alcalde y no un programa común, como hubiera sido lo correcto». Los socialistas afirman estar dispuestos a apoyar cualquier iniciativa municipal encaminada a defender los intereses de la mayoría de los ciudadanos, pero nunca propuestas extramunicipales que sólo tienen un fin demagógico y populista.

Los centristas, por su parte, que hace unas semanas comenzaron una auténtica ofensiva política contra el alcalde nacionalista, piensan que la situación en el municipio es cada vez más difícil y los problemas más acuciantes, siguen sin resolverse.