Denigrante

Denigrante es el calificativo más suave para adjetivar la postura de RTVE respecto a la programación de la Olimpiada 1980.Es vergonzoso cómo una Televisión Española, que es de todos, no tiene ni un mínimo de respeto a los contribuyentes; es repugnante ver cómo se nos escamotean competiciones como fútbol, waterpolo, baloncesto, balonmano..., y cómo, ¡encima!, la retransmisión de una final de natación, concretamente la de 1.500 metros libres, con participación de Rafael Escalas, se retransmite en diferido.

Si los señores ejecutivos de RTVE no pueden ser serios, por favor, váyanse y dejen de manipular./