Veintidós calles y cinco plazas cambian hoy de nombre

Desde las cero horas de hoy, viernes, ha entrado en vigor la nueva denominación de veintisiete calles madrileñas que hasta ayer estaban dedicadas a personas o hechos relacionados con la guerra civil española.El cambio de nombre de algunas calles ha dado pie a una larga polémica que dura ya aproximadamente un año, más o menos desde que se conoció el estudio que el Gobierno municipal había comenzado a realizar. La punta de lanza de la polémica ha sido la avenida del Generalísimo, ante el argumento de que no era una calle existente antes del triunfo franquista, según UCD, mientras que la mayoría de izquierda señalaba que aunque la inauguración fuese posterior a 1939 su trazado había sido ya proyectado con anterioridad a la instauración de la Segunda República.

El argumento esgrimido por la delegación de cultura del ayuntamiento es que el cambio del nombre de las calles se basa en la Constitución, que predica un espíritu de concordia entre los españoles y la permanencia de calles dedicadas a principales personajes del franquismo no contribuía a ello precisamente. Rechaza también la delegación municipal todo motivo revanchista y señala que el quitar, por ejemplo, el nombre del anterior jefe de Estado de una calle no significa que desaparezca de la nomenclatura callejera madrileña, pues existen varias calles dedicadas a Franco que no serán cambiadas.

Otro tema surgido en la polémica es el de los costos de la operación. Mientras que el grupo centrista municipal barajó la cifra de más de 1.400.000 pesetas, la delegación de cultura ha anunciado que el cambio de placas sólo alcanza las 469.640 pesetas y el cambio de los números de la avenida del Generalísimo representa 375.000 pesetas, que pagarán los vecinos afectados. Asimismo, para realizar el estudio previo a la presentación al pleno municipal se solicitó información sobre los gastos que representaría el cambio a diversos organismos y entidades afectados. Las respuestas fueron dispares, pero en ningún caso alarmantes.

También han señalado fuentes del Gobierno municipal que aunque se cambie el nombre de veintisiete calles aún quedan más de 170 que permanecen con denominación relacionada con el levantamiento franquista y hechos surgidos del mismo (por ejemplo, las denominadas Dieciocho de Julio, Primero de Octubre, Caídos de la División Azul o dedicadas a militares que tomaron parte activa en la guerra civil, como las de los generales Yagüe, Moscardó, Varela, etcétera).

Pero, además de la polémica, ha habido otros hechos que han incidido sobre el cambio de las calles que hoy entra en vigor. Mientras que la oposición centrista se limitó a luchar dentro del ayuntamiento, algunos grupos no identificados han utilizado otra clase de lucha. Así, el mismo día del pleno municipal que aprobó la medida se conoció la amenaza de muerte que pesaba sobre Enrique Moral, concejal delegado de cultura, quien había recibido una carta en este sentido firmada por la Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista). O la acción llevada a cabo la madrugada del miércoles por jóvenes ultraderechistas que intentaron tapar las placas colocadas dos días antes por los equipos del ayuntamiento.

Además se ha celebrado una manifestación ultraderechista en contra del cambio, principalmente en cuanto a la avenida del Generalísimo, y algunas organizaciones han emitido comunicados en contra. También un informe del Instituto de Estudios Madrileños ponía algunos reparos técnicos.

Sin embargo, el madrileño medio se ha mostrado indiferente y ha admitido el cambio, al igual que los ciudadanos de otras poblaciones que hace meses contemplaron medidas similares.