Los musulmanes integristas se imponen en el Parlamento iraní

Abolhassan Banisadr se convirtió ayer, oficialmente, en el primer presidente de la República Islámica de Irán al prestar juramento ante un Parlamento totalmente dominado por el bloque de los integristas religiosos.La Asamblea, que se ha autobautizado, oficialmente, «islámica» y no «nacional», se pronunciará hoy sobre el nombre propuesto por Banisadr para acceder a la jefatura del Gobierno. Se ignora, hasta el momento, cuál será el nombre propuesto por el jefe de Estado iraní.

La fría acogida reservada a Banisadr durante la ceremonia de juramento ante el Parlamento ilustra, en opinión de los observadores, el clima de desconfianza que reina entre los dos clanes -el laico y el religioso- que luchan por el poder.

Los diputados se comprometieron también a seguir las directrices del imán Jomeini, por lo que a la elección de un primer ministro se refiere, y a nombrar un Gobierno totalmente islámico.

Estas declaraciones, junto con la frialdad de la ceremonia de juramento de Banisadr, demuestran que el bloque integrista, ampliamente mayoritario en la Asamblea, impone cada vez más su ley. Y conseguirá probablemente la designación de un primer ministro afín.

Los debates del primer gran juicio contra la izquierda iraní, el de Taghi Chahran, fundador del grupo Peyakar (márxista-leninista), finalizaron el lunes por la noche en Teherán. El fiscal pidió durante el proceso la pena de muerte para el acusado. El tribunal dará a conocer en breve su veredicto y es casi seguro que seguirá la petición del fiscal.

Taghi Chahran, ex líder de los mujahidines (progresistas musulmanes), fue acusado del asesinato en 1975, de un dirigente de su mismo grupo, Charif Vaghefi.

Ali Tabatabai, presidente de la Iranian Freedom Foundation, organización de adversarios al régimen revolucionario iraní, fue asesinado ayer en Washington.