Incidentes al término del juicio por un despedido de Citroën

Varios incidentes, con agresiones a personas, se produjeron ayer a la salida de la Magistratura de Trabajo de Vigo, donde se acababa de celebrar el juicio contra Citroën Hispania, por el despido de Avelino Barreiro, uno de los más significados líderes de CC OO en la factoría. Unos doscientos trabajadores se habían concentrado entre la sala del juicio y las aceras, junto a la salida de la magistratura, desplegando una pancarta de protesta contra la represión en Citroën.Cuando salieron algunos de los testigos de la empresa, encargados y agentes de sector, los trabajadores los recibieron con una lluvia de huevos y los persiguieron llamándoles esquiroles, traidores y fascistas. Uno de ellos recibió numerosos golpes cuando se volvió para hacer frente a los que le seguían, teniendo que ser asistido de contusiones en la casa de socorro.

Poco después, otros mandos superiores tuvieron que esperar la llegada de efectivos de la Policía Nacional, que protegieron su salida hasta unos taxis, en los que también fueron insultados por los trabajadores. Otro mando intermedio fue después perseguido y golpeado a pocos metros de la Magistratura de Trabajo.

Los hechos están relacionados con el clima de miedo y represión que los sindicatos vienen denunciando y que se ejerce en Citroën a través de los mandos intermedios y elementos del antiguo sindicato CGDT, cuyos afiliados de Citroën se han negado a fusionarse con USO y han constituido un Sindicato Independiente de Citroën, que el resto de las centrales sindicales consideran como un sindicato patronal.

Las circunstancias concretas de la represión en Citroën fueron expuestas durante el juicio por los testigos propuestos por la defensa del trabajador despedido, con el fin de situar el despido en el ambiente de represión y coacciones, con numerosas sanciones en los últimos tres meses, que se vive en la factoría para los afiliados y simpatizantes de los sindicatos que no sean el actual SIC.

Avelino Barreiro fue despedido de Citroën por un supuesto incidente con un mando, ocurrido en el interior de una cabina acristalada en la que se reunió con otros dos mandos de Citroën. La sanción fue impuesta por supuestos insultos dirigidos al superior dentro de aquella cabina.