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La elevación de franquicias aduaneras podría arruinar a varios sectores

La elevación del tope actual de 2.500 pesetas a 40.000 pesetas en las franquicias aduaneras, solicitada por empresarios canarios como una de las medidas para fomentar el turismo peninsular a las islas y hacer frente a la grave crisis que padecen, podría desencadenar -de ser aprobada por el Gobierno- una contundente respuesta de fabricantes y comerciantes afectados, algunos de los cuales han amenazado ya con proceder al cierre de sus establecimientos. La posible elevación será estudiada el lunes por la Junta Superior Arancelaria.Los sectores más afectados, tanto en la actividad industrial como en la comercial, serían la juguetería, joyería, óptica y material fotográfico, tejidos y pieles, motores fuera borda, y, sobre todo, los de relojería, electrodomésticos y electrónica. Una franquicia de 40.000 pesetas, según los industriales del sector, dado que en Canarias, Ceuta o Melilla los precios de venta (coste, seguro y fletes) son sin impuestos, permitiría introducir en la península, sin pagar aduana, productos que alcanzan en la misma, un valor, de hasta 100.000 pesetas.

Estas facilidades aduaneras, que no tienen parangón en ningún país europeo, podrían suponer el desplome inmediato del mercado interior en los sectores mencionados, «y es más que dudoso que sirvieran para promocionar el turismo», según comentó a EL PAIS una fuente próxima a la Administración.

Pedro Higuera, presidente de la Asociación Nacional de Industrias Electrónicas (ANIEL), que es uno de los sectores que más dañados resultarían con la citada elevación, interrogado por este diario manifestó su perplejidad e indignación. «¿Cómo se entiende que intenten solucionar el turismo de Canarias adoptando medidas que llevarían a la ruina a sectores enteros de la industria y el comercio nacional? No encuentro explicación a que por una parte proyecten ordenar estos sectores los Ministerios de Industria y Comercio y Turismo, y, por otro, lleguen a estudiar la posibilidad de adoptar medidas como la propuesta por los hoteleros canarios. De llevarla a efecto, los veríamos forzados a cerrar».

Las importaciones de electrónica de consumo, en 1979, según datos de la Dirección General de aduanas en precios CIF (coste, seguro y filetes), ascendieron a casi 15 millones de pesetas (de los cuales nueve correspondieron a Canarias, Ceuta y Melilla). La producción española de electrónica de consumo, en el mencionado ejercicio, se cifra en unos 70 millones de pesetas. La proporción, por otra parte, no sería 15 a 70, ya que las importaciones son precios CIF, por lo que habría que multiplicarlas por un 2,5% (impuestos y márgenes) para considerarlas como la producción española a precios de mercado.

Esta situación, ya de por sí grave, se haría insostenible -según los industriales- si se eleva la franquicia a 40.000 pesetas, pensando sólo en el millón de peninsulares que el año pasado visitaron Canarias. La elevación, por otra parte, no podría ser exclusiva para las materias procedentes de Canarias, Ceuta o Melilla, sino que sería general a cualquier procedencia de fuera de la península.

José Ramón Bustelo, director general de Política Arancelaria e importaciones del Ministerio de Comercio y Turismo, consultado por EL PAÍS, manifestó que estaban tratando de encontrar fórmuías que hagan compatible la ayuda al turismo y a la industria y el comercio. En cualquier caso, Ia decisión depende, en principio, de la Junta Superior Arancelaria, que es interministerial, y en última instancia del gobierno, que es quien debe aprobar o no el decreto que modifique -en la cuantía que determine- la disposición preliminar de la ley Arancelaria sobre exención de derechos arancelarios.

Otro argumento argüido en contra de la elevación por los industriales de la electrónica es que la inflación no cabe ser considerada en este tema de las cantidades exentas, ya que en los precios de esta industria la deflación de precios es continua.

En la actualidad, el 40% del consumo de productos electrónicos se abastece de la importación, y de ella, el 60% procede de Canarias, Ceuta y Melilla. Por zonas, una de las más afectadas: -dada la proximidad y bajos precios de enlace con Ceuta y Melilla- sería Andalucía.

La elevación de las francluicias aduaneras es una de las medidas incluidas en un denominado «plan de urgencia para atraer turistas peninsulares a Canarias», que fue presentado hace unas semanas (véase EL PAIS del día 4) por el presidente de la patronal tin,erfeña a los ministros de Comercio y,Turismo, Luis Gámir, e Interior, Juan José Rosón.

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