El debate España-CEE enmarca el viaje de los Reyes a Luxemburgo

La problemática hispano-comunitaria sigue centrando el interés de la visita oficial de los Reyes de España a Luxemburgo. Ayer, los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países, Marcelino Oreja y Gaston Thorn, celebraron una entrevista política que giró, fundamentalmente, sobre tres puntos: España-CEE, Oriente Próximo y Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea. Thorn, que presidirá durante los próximos seis meses el Consejo de Ministros comunitario, expreso su esperanza de que el calendario previsto para la adhesión de España (segundo semestre de 1983, si no hay imprevistos) «podrá ser respetado si todos ponemos buena voluntad de nuestra parte».

Las declaraciones de¡ ministro luxemburgués no aportaron -y así lo reconoció él mismo. ningún elemento nuevo "o sorprendente". Luxemburgo abriga el propósito de que el calendario de negociaciones con España sea respetado, pero comparte las preocupaciones de los otros Estados miembros de la CEE en el sentido de que es necesario resolver -"paralelamente"- los problemas internos de la comunidad a nueve a fin de que la ampliación se acompañe simultáneamente de un fortalecimiento y profundización del Mercado Común. «Si no fuera así», comentó, «correríamos el riesgo de convertirnos simplemente en una unión aduanera.Gaston Thorn estimó que el hecho de que un país (Francia) exprese dudas sobre el ritmo de las negociaciones con España «no debe dramatizarse». «Los nueve desean verdaderamente la adhesión de España», añadió. «Efectivamente, la CEE tiene una serie de problemas internos que no son consecuencia de la ampliación, pero cuya importancia no debe disminuirse, a los que hay que encontrar una solución. El presidente de Francia, a la cabeza, y yo mismo, deseamos encontrar esa solución y evitar malentendidos y equívocos».

Según Thorn, la solución de los problemas internos comunitarios no pasa por «el parón de las negociaciones con España. Debido a las vacaciones», añadió, «puede haber entre el 15 de julio y el 15 de septiembre un pequeño retraso en el ritmo previsto, pero es recuperable. No se trata de "retrasos fatales"».

Interrogado sobre si Madrid sería asociado a la búsqueda de esa solución interna, el ministro luxemburgués dijo que no se trataba de una información «desde fuera» ni de una «asociación». «La información forma parte de las propias negociaciones», matizó.

Thorn esquivó las preguntas relacionadas con el deseo del Gobierno Suárez de presentar en un plazo determinado la demanda de adhesión a la OTAN -«no pudo dar consejos sobre cuestiones que afectan a la soberanía de otros países»-, pero reafirmó su propia vocación atlantista. «Mi país», dijo, «es un miembro fiel de la Alianza y estamos convencidos de que contribuye a ofrecer garantías para la paz en Europa ». El ministro luxemburgués estimó que el coste de la OTAN no era, desde el punto de vista de su país, «exorbitante». «El coste de la seguridad», añadió, «está en relación además con otros factores, como el estándar de vida, etcétera».

A una pregunta sobre el papel que puede desempeñar España en el diálogo euroárabe, Thorn, que como presidente del Consejo Comunitario deberá iniciar inmediatamente conversaciones con todas las partes implicadas en el conflicto de Oriente Próximo, incluida la OLP, afirmó que la CEE tiene aún sólo nueve miembros y que tanto la Comunidad como España desarrollan su propia política. «Dicho esto, añadiré que, sin formalismos ni institucionalizaciones, mantendremos un contacto particularmente estrecho con los países que son candidatos al ingreso en la Comunidad».

Recibimiento simpático a los Reyes

El recibimiento que ofrece Luxemburgo a los Reyes de España es, ante todo, simpático. La Prensa local les dedica grandes espacios y la población sigue con interés los desplazamientos de don Juan Carlos y doña Sofía por el pequeño país. Don Juan Carlos dedicó ayer la mañana a visitar dos siderúrgicas, del grupo Arbed, mientras que doña Sofía acudía al centro de logopedia, para niños sordos o con problemas de dicción. Juntos acudieron después al almuerzo ofrecido en su honor por el primer ministro, Pierre Werner, donde tanto el Rey de España como el señor Werner improvisaron unas palabras. Don Juan Carlos agradeció el apoyo de Luxemburgo a la adhesión de España a la CEE y recordó que los dos países tienen una gran tarea en común que desempeñar: la preparación de la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea.