El ayuntamiento no aceptará el arbitraje de Coplaco en la revisión del plan general

El concejal responsable de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Eduardo Mangada (PCE), presentará hoy los criterios y objetivos que el equipo de gobierno municipal quiere que sirvan de base para la revisión del Plan General de Ordenación Urbana del Area Metropolitana, en lo que afecta al término municipal madrileño.La postura municipal sobre el tema arranca de la no aceptación de ningún arbitraje ni tutelaje de la Administración central: «En virtud de la Constitución, los ayuntamientos han de ser soberanos en la definición de su política urbana». Dicho de otra manera: el Ayuntamiento de Madrid no está dispuesto a que sea la Comisión de Planeamiento y Coordinación del Area Metropolitana (Coplaco), organismo dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, quien decida cómo y según qué criterios habrían de realizar los veintitrés municipios integrados en el área la revisión del plan.

La Federación Socialista Madrileña propuso que los municipios que se integraran en el área metropolitana se vieran aumentados hasta los veintiocho, con la inclusión de Alcalá de Henares, Fuenlabrada, Móstoles, Parla y Valdemoro. La política urbana del equipo municipal de izquierdas tiene, en función de esa negativa a aceptar a Coplaco como organizador de la revisión del plan general, unos objetivos y unos criterios determinados.

Según un documento repartido hace unas semanas entre los concejales que forman la mayoría municipal de izquierdas, el objetivo central de la revisión está en «la recuperación pública de las plusvalías generadas por el desarrollo y transformación urbana sobre la base del planeamiento. Este objetivo central exige hoy la recuperación social de la ciudad, centrarse en la ciudad existente y sus problemas y aplicar una política de control de crecimiento».

Para el desarrollo de ese objetivo, se proponen once puntos cóncretos:

Luchar contra la segregación social de la ciudad; impedir la expulsión de las capas populares de las áreas centrales y del municipio de Madrid, confirmando el carácter popular de los barrios que secularmente lo han sido; proteger el patrimonio edificado, cuya destrucción prematura e indiscriminada constituye un despilfarro social y un atentado cultural; proteger el empleo industrial en el municipio de Madrid; frenar la terciarización del centro y su exclusiva utilización para edificar viviendas de lujo; reequipar las áreas consolidadas, con preferencia los barrios periféricos, hoy claramente discriminados de los servicios urbanos; limitar el acceso a las áreas centrales del coche privado, en una contundente política de transporte público, disuadiendo el transporte privado; defender, proteger y conservar los grandes espacios abiertos del municipio, profundizando en una contundente pcdítica de recuperación ecológica; mejorar la calidad ambiental del espacio urbano, desarrollando todo tipo de medidas anticontaminantes y favoreciendo e impulsando iniciativas de revalorización de la imagen de la ciudad; reequipar la ciudad con instalaciones singulares de nivel metropolitano, localizadas en lugares con máxima accesibilidad en transporte público, y reordenar la ciudad a partir de sus trozos, integrando éstos no a través de grandes canales de tráfico, sino a través de transporte público, mayor densidad viaria y recorridos peatonales estructurados por equipamientos.

Propuestas municipales

Como forma para conseguir que Madrid vuelva a ser esa ciudad ideal, el ayuntamiento establece lás siguientes acciones: limitar la nueva edificación en las áreas consolidadas y recortar los incentivos actualmente existentes para el cambio de uso o los incrementos de densidades; preservar los espacios públicos existentes; mantener los usos colectivos y garantizar la permanencia del dominio público de suelos y edificios, y permitir el crecimiento adicional de la ciudad por sus bordes aún vacantes sólo en la medida que permitan completar y, reequílibrar las zonas hoy ocupadas y deficitarias.Los criterios que habrán de desarrollar esos objetivos hablan de la intervención municipal en el mercado del suelo para captar las plusvalías que éste genera mediante el propio planeámiento y a través de la aplicación de los mecanismos previstos en la ley del Suelo; introducción en el propio plan general de los mecanismos necesarios para que el acceso municipal a la propiedad del suelo pueda realizarse sin necesidad de recurrir sistemáticamente a procesos de expropiación, convirtiendo éstos en un sistema normal más, abandonando su actual consideración de procesos de penalización; calificar suelo con destino a la promoción directa de viviendas oficiales o por medio de convenios con la iniciativa privada.

La propuesta tiende hacia una recuperación activa del patrimonio de edificios hoy existente; hacia la revisión de la red arterial prevista, eliminando tramos'y suprimiendo grandes vías transversales, concluyendo sólo aquellas que supongan una mejora muy sustancial en las grandes vías existentes; la formulación de una política de incremejnto del transporte público, reforzando la red ferroviaria y la de Metro y estableciendo vías para uso exclusivo del autobús, y el establecimiento de una política de equipamiento con instalaciones multiuso que sirvan para dar una nueva dimensión a las tramas existentes, y no sólo para cubrir un déficit existente.