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Automovilismo:

Victoria de Rondeau-Jaussaud, un extraño equipo

Los pilotos franceses Rondeau y Jaussaud, sobre un coche construido por el primero de ellos, se adjudicaron, de forma absolutamente sorprendente, la edición número 48 de las 24 Horas de Le Mans, una de las carreras de automóviles más populares del mundo. El potentísimo y muy numeroso equipo Porsche fue superado en toda línea, aunque Ickx terminó en segunda posición.

La edición de este año de las 24 Horas de Le Mans no tenía, en principio, prácticamente ningún interés. El equipo Porsche, formado por un elevado número de coches -unos oficiales y otros de carácter privado-, no tenía competencia con suficiente nivel para poder inquietarle. El único interés, pues, quedaba en saber cuál de los pilotos de Porsche conquistaría la victoria, y si el belga Jacky Ickx, vencedor en cuatro ediciones anteriores, podría conquistar su quinto triunfo y -romper el récord precedente. Para ello, el belga, que había abandonado la competición activa al final de la pasada temporada, había vueltoSin embargo, las inclemencias del tiempo, por un lado, y una inoportuna avería mecánica en el coche de Ickx, por otro, privaron al equipo alemán occidental de la prevista victoria. Cuando el Porsche de Ickx dominaba ampliamente la carrera, marcando un ritmo tranquilo, a su conveniencia, y nadie pensaba ya que el belga pudiera perder su quinta victoria, la caja de cambios de su coche se rompió.

A duras penas pudo llegar hasta el box, donde sus mecánicos se apresuraron a reparar la importante avería. Durante casi media hora trabajaron sobre la caja de cambios, y, al término de ese tiempo, el coche volvió. de nuevo a la pista. Pero, mientras los mecánicos de Porsche habían trabajado en el coche de Ickx, el sorprendente Rondeau, con el ingeniero constructor del mismo y el veterano piloto francés Jaussaud -vencedor, a sus casi cincuenta años, de la edición de 1978- al volante, se había instalado en cabeza con una cómoda ventaja que difícilmente el esfuerzo del gran piloto belga podría compensar.

Pese al desesperado intento de Ickx por recuperar el tiempo perdido en la reparación, la aparición, una vez más, de la lluvia sobre el circuito de Le Mans impidió que el belga lograra su propósito.

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