Ayer quedó abierta la 66ª Conferencia anual de la OIT

Después de tres años de ausencia en la OIT (Organización Internacional del Trabajo), Estados Unidos se reintegró a los trabajos de la 66ª Conferencia Internacional del Trabajo, que comenzó ayer en Ginebra. La delegación española está presidida por el embajador ante la OIT, Manuel Jiménez de Parga, acompañado de varios dirigentes del departamento de Trabajo y del delegado de los trabajadores y secretario de Comisiones Obreras, Marcelino Camacho.

En representación de los empleadores españoles participó el industrial y dirigente de la CEOE Vicente Castellanos, y se espera la llegada del ministro de Trabajo, Salvador Sánchez Terán.Durante la primera reunión de los grupos de trabajo, Marcelino Camacho, en representación de CC OO, UGT y ELA-STV, excluyó la participación de la CSUT y USO de las comisiones de trabajadores, por «carecer éstas de representatividad de acuerdo al Estatuto de los Trabajadores».

Los afectados, a través de su portavoz, Alfonso Rodríguez Casilla, de la CSUT, decidieron protestar por esta exclusión, que, a su juicio, «constituye una violación a la libertad de expresión y una falta de respeto a las minorías».

El regreso de Estados Unidos a la OIT, tras el abandono del organismo internacional en 1977, fue subrayado con la presencia del secretario de Trabajo, Ray Marshal, al que acompañaba, como jefe de la delegación obrera americana, el delegado de la poderosa federación de sindicatos norteamericana AFL-CIO, Irving Brown. En representación de los empresarios americanos acude el presidente de Sifco Industries de Cleveland, Charles Smith.

La ceremonia de apertura de la 66ª Conferencia anual de la OIT, dio comienzo con el discurso de apertura del actual presidente de su Consejo de Administración, Paul Dontsop.