Energía e Industrias Aragonesas perdió casi 200 millones durante 1979

A lo largo del ejercicio de 1979, las pérdidas de Energía e Industrias Aragonesas se elevaron a 1981 millones de pesetas, frente al resultado, asimismo negativo, de 457.5 millones obtenido en el año anterior, según puso de manifiesto el presidente de la sociedad, Jaime Urquijo Chacón, en la junta general de accionistas de la sociedad, celebrada en la mañana de ayer en Madrid.Esta situación fue calificada por el señor Urquijo como de «franca recuperación», calificativo no exento de cierta sorna, por cuanto los problemas de Energías distan mucho de estar solucionados.

En su intervención, el presidente se refirió a dos aspectos del ejercicio muy importantes para la sociedad. Por una parte, se procedió a la desvinculación de Energía e Industrias Aragonesas de la central nuclear de Trillo, vendiendo el 20% en que estaba establecida su participación en este proyecto a Unión Eléctrica por el importe de su inversión inicial más los gastos financieros devengados.

Por otra, se refirió a los acuerdos de principio sobre la transmisión del patrimonio eléctrico de Aragonesas a Unión Eléctrica, anunciado en la junta del año pasado, y que supondría la entrega de 2.970 millones por parte de Unión, en sus propias acciones. Entonces, Energías reduciría su capital social y entregaría a sus accionistas una acción de Unión por cada dos de Aragonesas que poseyesen. Esta operación ha sido desestimada, en palabras del señor Urquijo, por no considerarse interesantes en estos momentos para la sociedad.

El incremento en el precio de las tarifas eléctricas hará aumentar la rentabilidad de esta división de la empresa. el origen de cuya energía es íntegramente hidráulico, tan pronto como finalicen los cinco años de tarifas compensatorias previstas por la Administración. Estas compensaciones le han supuesto a Aragonesas en el pasado ejercicio un coste de máis de quinientos millones de pesetas y están destinadas a amortiguar los costes de las sociedades eléctricas que mayor proporción tienen en su producción de electricidad de origen térmico en centrales alimentadas por fuel.

Esta operación, que fue interpretada como una solución de salvamento de la sociedad, se apoyaba en el hecho de que tanto Energías como Unión Eléctrica son sociedades de alguna manera vinculadas al grupo del Banco Urquijo, quien sería, en definitiva, el promotor y árbitro de la operación.

El abandono del proyecto de Trillo le ha reportado la rescisión de un préstamo internacional, que ha contribuido a aligerar de alguna manera la comprometida situación.

A pesar de que en su balance se aprecia este descenso en sus deudas a largo plazo en algo más de 2.100 millones de pesetas, las partidas contabilizadas como deudas a corto plazo se incrementaron en 2.815 millones, multiplicando por dos las reflejadas en el balance de 1978, y a esto le acompañó un incremento en los gastos financieros de un 40%.

Los ingresos propios de la actividad industrial del grupo en 1979 superaron en 1.011 millones a los del ejercicio anterior, estimados en 3.072 millones de pesetas, y las amortizaciones se incrementaron en un 12%.

Esta situación viene a suponer un evidente desplazamiento de las obligaciones de pago de la sociedad hacia el corto plazo, circunstancia que aumenta la situación de práctico «estrangulamiento» de tesorería que atraviesa , y ello a pesar de que el presidente reconoció que en el pasado ajercicio apenas se han acometido nuevas inversiones, pot las dificultades de encontrar financiación a un coste aceptable. Hay que reconocer con él que, en efecto, dinero ajeno a devolver en plazos breves, a un 22 % o a un 20%, en el mejor de los casos, no invita a la inversión productiva.