Pujol advierte a los socialistas sobre los intentos de frenar la Generalidad
El presidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol, dio posesión ayer de sus cargos a los doce miembros que componen el consejo ejecutivo de la institución autonómica. El acto tuvo carácter intimo -sólo asistieron familiares de los consejeros y la prensa- y se celebró en un pequeño salón del palacio de la Generalidad.
La fórmula utilizada por Pujol fue: «¿Prometéis por vuestro honor y conciencia, fidelidad a las instituciones nacionales de Cataluña y al presidente de la Generalidad?». Los doce consejeros respondieron, uno a uno, con un sí, prometo, o, en algunos casos, con un sí escueto.Tras la ceremonia, Pujol dirigió un breve discurso a los presentes. En su Parlamento se refirió a las dificultades que ha encontrado en los últimos días y, sin citarlos, advirtió a los socialistas acerca de los intentos de potenciar la diputación en detrimento de la autoridad política de la Generalidad que preside.
«Reclamo para la Generalidad», dijo Pujol, «los mismos medios y los mismos símbolos que tuvo la Generalidad provisional. Que no sea disminuida en nada». Y agregó: «Si hubiera intentos de disminuir la Generalidad hay que tener bien claro que sólo la Generalidad organiza políticamente Cataluña y nadie más. Todo lo que sea reforzar la Generalidad es bueno; lo contrario es malo».
Dirigiéndose a los miembros del consejo ejecutivo, «Pujol les animó a desarrollar su tarea lejos de personalismos. «Lo que haremos», dijo, «no será una obra personal. Hemos de dar relieve a las instituciones, no a las personas. No olvidéis que representáis la voluntad y la dignidad de ser de, todo un pueblo».
«Espero», dijo, «que me dejen ser un buen presidente de Cataluña. Nos dejarán hacerlo o no, pero nuestra tarea es gobernar para salir de la provisionalidad, porque si después de tantos años de solicitarlo demostramos que no sabemos gobernarnos ( ... ), la Generalidad caerá en el desprestigio».
Pujol señaló a sus consejeros que debían tener en cuenta que el nuevo consejo ejecutivo era un Gobierno minoritario. «Hemos de gobernar para los que nos votaron y para los que no lo hicieron, hemos de gobernar para todo el país, y no renunciaré a ninguna colaboración catalana». El nuevo presidente finalizó su discurso con la expresión som-hi, típicamente catalana, de difícil traducción y que significa una invitación a iniciar con buen ánimo una determinada actividad.