Una corriente presidencialista podría enfrentarse a las "familias" de UCD
Un grupo de parlamentarios de Unión de Centro Democrático (UCD), caracterizados por su no alineamiento con las corrientes tradicionales del partido del Gobierno, se reunieron durante esta semana en una cena que puede significar el nacimiento de una nueva tendencia centrista, caracterizada por su lealtad inequívoca al presidente del partido y su rechazo de la influencia de los llamados «barones». Las corrientes tradicionales, de su lado, registran una importante, actividad en estos días, y todo ello se interpreta como los primeros movimientos para la etapa previa al congreso que UCD celebrará en otoño.
La cena referida se celebró el pasado miércoles en el restaurante madrileño Jai-Alai, y a la misma asistieron veintidós parlamentarios, convocados por José Ramón Pin Arboledas, diputado por Valencia y hombre políticamente próximo al vicepresidente Fernando Abril. Entre los asistentes estaban José Manuel García-Margallo, León Buil, Inés Vilariño, José Antonio Trillo y José Miguel Bravo de Laguna, todos ellos diputados, más un nutrido grupo de senadores centristas.Como conclusión de la reunión puede resumirse que este grupo entiende que hay una mayoría en UCD no ligada a las tendencias clásicas, y que, por tanto, deben tener mayor peso en el partido. En este sentido, entienden que los cabezas de fila centristas pueden realizar una buena labor de asesoramiento a la dirección, pero sin ocupar más poder del que les corresponde. Esta corriente, por otra parte, se agruparía con su etiqueta de independiente alrededor de Rafael Calvo Ortega, que será nuevo secretario general del partido.
Para su nombramiento debe reunirse el consejo político de UCI). La reunión se celebrará mañana, domingo, en un hotel de Madrid, bajo la presidencia de Adolfo Suárez. La reunión, convocada para las 11.30 de la mañana, se espera sea de corta duración, ya que en el orden del día no hay otro punto que la elección del secretario general. El único candidato Rafael Calvo Ortega, que hasta ahora era ministro de Trabajo, ha pedido que la votación sea secreta.
Asimismo, el miércoles se celebró otra cena, a la que asistieron unos treinta diputados de tendencia socialdemócrata, entre ellos Francisco Fernández Ordóñez y el ministro de Universidades e Investigación, Luis González Seara. Asimismo, el nuevo ministro de Comercio, Luis Gámir, que últimamente estaba alejado de este grupo, de donde procedía, parece que se aproxima de nuevo a él.
Por su parte, varios liberales de UCD cenaron el mismo, día en otro local, y el jueves pasado se celebró otra reunión de la tendencia liberal, con la presencia de los principales representantes de la corriente. Aunque de las reuniones no se desprende ninguna conclusión importante, en medios de la tendencia socialdemócrata se considera que la, enfermedad de Joaquín Garrigues, cabeza de serie liberal, dará lugar a una unión de ambas familias alrededor de Fernández Ordóñez.
De cualquier forma, las fuentes informantes estiman que debe descartarse totalmente cualquier posibilidad de ruptura interna. Al contrario, los social-liberales intentarán dar la batalla dentro de UCD, cara al congreso de otoño y las sambleas provinciales, que tres meses antes deberán elegir a los delegados.
Por último hay que anotar el comienzo de la formación de una corriente de base en Madrid -provincia que por su impacto se considera muy importante en esta situación-, cuya actitud es, en línea general, contraria a las familias clásicas y de fidelidad al presidente. Este grupo -que también cenó el miércoles en Jai-Alai- estima que es mayoría la base del partido no adscrita a ninguna de las citadas familias.
Avalancha de afiliaciones
Por otra parte, en medios próximos a estas corrientes se ha informado a EL PAIS que en las últimas semanas se han registrado numerosas afiliaciones a UCD en toda España, singularmente en los últimos días hábiles del plazo necesario que debe transcurrir entre la afiliación y el derecho a voto en las próximas asambleas.Las cifras, según las fuentes, oscilan entre 7.000 y 20.000 nuevas fichas, aunque la cantidad real no es probable que sobrepase. las 10.000. De cualquier forma, las variaciones en la militancia pueden ser decisivas, ya que antes del verano deberán elegirse los delegados al congreso, y es posible que las asambleas provinciales que deben designarlos sean renovadas antes.
En Madrid entraron en los últimos días de abril unas ochocientas fichas, la mayoría de ellas avaladas por el secretario provincial de organización, Francisco Sanchís. Este aclaró a EL PAIS que las últimas afiliaciones se deben a que la dirección provincial cursó instrucciones para que se regularizase la situación de numerosos concejales que, habiendo sido elegidos en las listas de UCD, no se habían afiliado aún, y que en muchos casos su firma se debe a que, al no existir comité local en el ayuntamiento de que se trate, el secretario de organización debe dar el visto bueno.
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