Una niña, muerta por sobredosis de tranquilizantes
El miedo a una regañina familiar pudo ser la causa que incitó a Lina Aguado, de diez años de edad, a la ingestión de una fuerte dosis de tranquilizantes que le ocasionó la muerte en la localidad de Vilasar de Mar.
Lina y una amiga suya llamada Olga se encontraban en el vestíbulo de su colegio a la espera de la llegada de sus padres, que habían sido requeridos por la dirección para informarles de la conducta de sus hijas.
Al parecer, Lina había cogido los tranquilizantes del botiquín de su casa y, durante la espera, se tomó unas veinte pastillas, mientras que su compañera ingirió dos o tres. Pese a intentos que se realizaron para salvar su vida, la joven Lina falleció poco después.
Ambas niñas no eran consideradas en el colegio como malas estudiantes, pero si eran niñas difíciles en cuanto a carácter y con graves problemas de índole familiar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.