_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Reservado para drogadictos

Vecina de una de tantas zonas de Madrid donde la droga está en los portales de nuestras casas, donde para poder acceder a los mismos hay que esperar que el grupo de jóvenes, en espera de abastecimiento de droga, se abra para dejarte pasar, estoy muy preocupada de lo que va a ser este verano, con los niños de vacaciones y todos estos jóvenes en bancos y jardines.En repetidas ocasiones, verbalmente y por escrito, hemos solicitado solución a este problema a la fuerza pública, cuya respuesta ha sido siempre la, misma: «No podemos hacer nada». Y en efecto, no puede hacer nada al no estar respaldada por la ley, pues, en honor a la verdad, lo ha intentado, ya que, en varias ocasiones, ha hecho redadas en la zona, pero la ley ha querido que al día siguiente los jóveneis detenidos estén de nuevo, como si nada, instalados tranquilamente en bancos y jardines.

Pues bien, si la ley está montada de manera que atenta contra la libertad de circulación y la convivencia tranquila de una serie de ciudadanos, y a lo que tiende la sociedad actual es a alcanzar una mayor libertad y mejor convivencia, se me ha ocurrido algo que, aunque a primera vista parezca monstruoso, veo que, tal y como están las cosas, no va a dejar de ser una solución lógica y razonable.

Al igual que en aviones, trenes y determinados establecimientos públicos hay zonas reservadas a los fumadores, puesto que el fumador existe y es una realidad, se me ocurre que en las grandes ciudades haya zonas destinadas a los aficionados a la droga, ya que el drogadicto también existe y es una realidad.

¿Monstruoso? No. Una manera de alcanzar esa mayor libertad y mejor convivencia de la que hablábamos. Esta juventud consumidora de droga podrá moverse con mayor libertad en sus zonas y nosotros, los no aficionados a la droga, podremos disponer de nuestros bancos y jardines, con lo que la convivencia será más agradable.

Y si esto no es una solución, quizá dentro de nuestros clásicos principios no lo sea, ¿no sería ya hora de que «alguien» fuera pensando en una solución al problema?/

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_