Safisfacción en medios empresariales y políticos por la victoria de UGT en las elecciones de Seat
La victoria obtenida por Unión General de Trabajadores sobre Comisiones Obreras, en las elecciones sindicales celebradas en Seat para la constitución de los nuevos comités de empresa, ha despertado un movimiento de satisfacción en medios empresariales y políticos próximos a UCD y al PSOE, que contrastan con la contrariedad que para las filas comunistas ha supuesto el descalabro que dicha victoria supone para la primera central sindical del país. Los resultados definitivos de las elecciones, en las que la participación de los trabajadores se aproxima al 90%, suponen un total de 85 delegados para UGT; 48, para CC OO; 19, para los independientes; 6, para CSUT, y 7, para la Confederación General de Cuadros.
Los delegados obtenidos por USO deben contabilizarse entre los diecinueve que en el cuadro adjunto se adjudican a los independientes, ya que estos últimos concurrieron en muchos casos junto con las candidaturas de este sindicato.Para el subdirector de relaciones laborales de Seat, Javier Romero, el resultado de las elecciones parece indicar «un cierto cambio en el modelo de sindicalismo que los trabajadores desean. Es demasiado pronto», prosiguió, «para hacer una valoración más profunda del tema, y ahora habrá que esperar a ver cómo se estructura el comité y a qué pactos llegan las organizaciones presentes en el mismo».
La valoración inmediata que los dirigentes de UGT hacen de la victoria de la central socialista supone el triunfo de una de las dos filosofías sindicales confrontadas en la actualidad en este país. Según el secretario de acción reivindicativa de UGT, José Luis Corcuera, los resultados de Seat «avalan una estrategia que defiende UGT en un contexto de crisis».
Según Corcuera, UGT seguirá su línea de actuación, profundizando en el acuerdo-marco y en el Estatuto de los Trabajadores. «Ahora queremos repetir estos resultados en las próximas elecciones que se van a celebrar en FASA-Renault, Ensidesa y CASA. Queremos que las elecciones sindicales se celebren con garantías democráticas, sin sorpresas, y sería conveniente que, a nivel general, tuvieran lugar a finales de este año o principios de 1981».
En este sentido, Comisiones Obreras discrepa de UGT, y, según Marcelino Camacho, esta central está dispuesta a que se celebren inmediatamente las elecciones, con el fin de que para otoño estén renovados todos los comités de empresa y delegados sindicales.
La victoria de UGT se debe según Camacho, tanto a las divisiones en el seno de CCOO como a la campaña del Gobierno y su brutal intervencionismo en la empresa, incluidas las promesas del presidente del INI hechas a Redondo la víspera de las elecciones, en el sentido de mantener los puestos de trabajo.
UGT, por su parte, replica a estas afirmaciones a través de Manuel Chaves, quien asegura que «estas declaraciones no son más que una excusa, falta de toda ética sindical, a través de las cuales Marcelino Camacho pretende justificar, ante los afiliados a CCOO y ante el Partido Comunista, la estrepitosa derrota sufrida por este sindicato en Seat».
Respecto a la entrevista entre De La Rica y Redondo, Chaves indicó que, según dijo el presidente del INI no se había reuni do con CCOO porque este sindicato no lo había solicitado.
Para el dirigente ugetista, otra consecuencia de las elecciones en Seat es «el rechazo de una política maximalista y demagógica como la mantenida por Comisiones Obreras, convocando huelgas irracionales en función de los intereses políticos del Partido Comunista, que sólo han servido para conducir a los trabajadores a un callejón sin salida».
En cuanto al futuro de la empresa, medios ugetistas se pronunciaron a favor de la entrada de Fiat en Seat, como la menos mala de las alternativas posibles. «Una salida distinta de Fiat, es decir, con otra firma, sería difícil, ya que eso requeriría una reestructuración interna de Seat».
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