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El barrio de de Malasaña comienza hoy sus fiestas del Dos de Mayo

El barrio de Malasaña empieza a festejar hoy su Dos de Mayo. Cinco días de apretado programa, que tendrán su día grande el viernes, con un acto que tendrá lugar en la plaza y en el que se dará lectura a un manifiesto sobre la recuperación de estas fiestas, que han renacido sin intervenciones foráneas, desde el propio barrio.

Verbenas, chocolatadas, muestras de artesanía y representaciones teatrales constituyen el eje del programa festivo. Pero la enumeración de actos apenas significa nada frente al espíritu de una zona madrileña que ha creado su identidad, al decir de muchos, precisamente en torno a sus fiestas. Las primeras, celebradas en 1976, fueron en cierto modo la clave para que el barrio de Malasaña se convirtiera en lo que es hoy.Fue Juan de Arespacochaga el alcalde que autorizó aquella primera verbena en torno a la estatua de Daoíz y Velarde. Una extraña mezcla de gentes se dio cita junto a los viejos del lugar. De ser un barrio habitado en su mayoría por ancianos, Malasaña pasó a ser una zona viva de la ciudad, en la que una población juvenil acababa de encontrarse al margen de los condicionamientos sociales de la gran ciudad.

Las primeras fiestas transcurrieron sin incidentes. Muchos de los que disfrutaron de ellas se pusieron a buscar una casa, normalmente vieja, para quedarse allí. Esta población, en cierto modo marginal, ofrecía también posibilidades comerciales, que no escaparon a los negociantes de turno, que han creado toda una red de establecimientos.

Las verbenas del 77 tuvieron un final más dramático. El primer día, cuando la orquesta había terminado su actuación y mucha gente se disponía a seguir la fiesta en la plaza, una pareja de jóvenes se subieron a las cabezas de Daoiz y Velarde y comenzaron a quitarse sus ropas, en medio del regocijo general. La chica se cayó y se rompió una muñeca. De pronto, se presentó la policía y la fiesta acabó en botes de humo, carreras y pánico.

Al año siguiente, la presencia policial se hizo notar desde el primer día. Los enfrentamientos arrojaron un balance de 72 detenidos y numerosos heridos. Uno de ellos, Fernando Solache, un joven especialista en religiones y dedicado a la artesanía, se encuentra con sus facultades físicas y mentales disminuidas.

El año pasado, las fiestas discurrieron finalmente con normalidad, y el propio Tierno Galván, recién estrenado su cargo de alcalde, se acercó hasta la plaza del Dos de Mayo para tomarse un chocolate y aconsejó a la gente que siguiera bailando, «porque es bueno para el cuerpo».

Sin embargo, la tranquilidad no duraría mucho, y desde que Fuerza Nueva se instaló, en julio del año pasado, en la calle de Mejía Lequerica, no han cesado los incidentes en el barrio. Existe un cierto temor a que las fiestas puedan ser utilizadas por los ultras para repetir las agresiones.

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