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Automovilismo

Carlos Peñacoba triunfó en el circuito del Jarama

El circuito del Jarama registró, el pasado domingo, una gran entrada -más de 25.000 espectadores- para presenciar la inauguración de la temporada. El interés y la emoción en el desarrollo de las carreras hizo que el público no saliera defraudado. Peñacoba, Spinelli y Pérez-Sala ganaron las distintas pruebas, después de haber luchado muchísimo, mientras que Heiderich y Zapico se adjudicaron las de clásicos deportivos.La gran actuación de Sanz de Madrid en los entrenamientos, en los que mejoró sensiblemente el mejor tiempo realizado con un coche similar por los mejores especialistas europeos, permitió a aquél salir desde el primer lugar de la parrilla. Por contra, Peñacoba, que había sufrido problemas con el embrague de su coche, lo hacía desde el noveno lugar. Para muchos, esta diferencia entre ambos, pese a la superioridad del Escort Zakspeed de Peñacoba frente al VW Scirocco de Sanz de Madrid, era decisiva en favor de éste último. Al ser tan cortas estas carreras, Peñacoba no podría superar la enorme desventaja.

Pero Peñacoba sí pudo. Cuando se habían recorrido sólo dos vueltas de carrera, ya estaba Peñacoba acosando a Cañellas -que corría con el Seat 131 oficial, y cuya actuación resultó muy interesante-, y poco después le superaba con asombrosa facilidad.

Sólo cuatro vueltas más tarde, después de haber mantenido un durísimo duelo con Sanz de Madrid, Peñacoba lograba superar a su rival, e instalarse en cabeza. Aunque poco después Sanz de Madrid invertía los papeles, la superioridad del coche de Peñacoba y la sangre fría de este último le permitían finalizar la carrera en primera posición, por delante de Sanz de Madrid y -ya muy retrasado por ciertos problemas de aceite en las últimas vueltas- de Cañellas. Más atrás Martín Cantero, y después Yustas y Sanjurjo, este último autor de una espléndida carrera en la que, con un coche prácticamente de serie, mantenía a raya a un potentísimo VW Scirocco al que, al final, cedió la quinta plaza en un fallo de ingenuidad.

En los Turismos de Producción Nacional, Spinelli, después de una gran salida, se colocó en cabeza, lugar que no abandonaría hasta el final. La carrera no tuvo mucha historia.

En la Fórmula Nacional, Llobell dominó la carrera casi de principio a fin. Pero, a falta sólo de unos doscientos metros para terminar la prueba como vencedor, una avería en la caja de cambios de su monoplaza le obligó a abandonar. Pero esta inoportuna avería dio el triunfo afortunado a un piloto como Pérez-Sala -probablemente el mejor de todos cuantos corren este campeonato- que, con su coche, muy inferior a los monocascos de algunos de sus rivales, difícilmente puede competir, aunque su técnica y arrojo le perrniten mantenerse en lugares de excepción.

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