Anulación de una carrera del Campeonato Europeo en el Jarama

La carrera puntuable para el Campeonato de Europa de Turismos, que debería disputarse en el circuito madrileño del Jarama el domingo día 11 de mayo, podría ser anulada por el organizador, el Real Automóvil Club de España (RACE). Las escasas inscripciones recibidas hasta el momento, el bajo nivel de calidad entre los asiduos a este campeonato y la falta de interés general por el mismo pueden ser determinantes para la decisión final de suspensión de la carrera.El problema más grave que afecta a este campeonato, teóricamente muy interesante, es el tremendo desembolso que deben hacer los participantes para poder seguirlo. Este elevadísimo desembolso, además, no suele verse compensado comercialmente para las firmas en competencia, ni aun en el caso de hipotéticas victorias.

Por otra parte, para los pilotos privados, interesados sólo en la parte deportiva, sus aspiraciones en un campeonato de estas características son prácticamente nulas. El despliegue realizado por las escasas fábricas volcadas en estas carreras es lo suficiente como para impedir cualquier acceso de un privado al triunfo, salvo que dicho privado esté dispuesto a gastarse sumas asombrosas de dinero, por encima de veinte millones de pesetas.

Este año, el RACE había querido reducir su clásica carrera de Las IV Horas del Jarama, dejándola en Los 300 Kilómetros del Jarama -un 40% menos-. De esta forma, el organizador pretendía un ahorro energético, que, además, pudiese estimular a los pilotos a participar en la carrera. Las averías que suelen producirse en estas carreras de resistencia quedarían así salvadas. Pero ni aun con este recorte la inscripción ha ganado en número o calidad a las anteriores.

Como además la carrera no es puntuable para el Campeonato de España, por seguir éste unas normas diferentes del europeo, la participación de pilotos y coches nacionales era nula.

De ahí que el RACE haya decidido la anulación de la prueba europea, sustituyéndola por otra de características especiales, que pueda servir de atractivo para el público. En estos momentos, según ha podido saber EL PAIS, el organizador duda entre crear una carrera con coches de todos los tipos, prototipos incluidos, y con todos los pilotos de renombre, con el fin de dar espectacularidad a la prueba, o montar una carrera con coches iguales, cedidos por una marca, en la que participarían el mayor número posible de dichos pilotos de renombre del país. El posible problema de esta última solución puede ser la especial idiosincrasia de los pilotos españoles, poco dados a medir sus fuerzas entre ellos con armas similares.