Fanjul desea su relevo al frente de la Fiscalía General del Estado
En las próximas semanas puede producirse el relevo del titular de la Fiscalía General del Estado, si el Gobierno, y más concretamente el presidente Suárez atiende los deseos reiteradamente expuestos por el actual fiscal general del Estado, Juan Manuel Fanjul, de dejar sus actuales funciones. El señor Fanjul pasaría a ocupar el cargo de presidente del Consejo de Estado, cuya ley orgánica se encuentra en los últimos trámites para su aprobación, si bien esta posibilidad no pasa en estos momentos de ser un rumor y el propio interesado ha declarado a EL PAIS que no tiene conocimiento de ello.
Como sucesor de Fanjul se apunta a José María Gil-Albert, diputado de UCD por Logroño, ex director general de Justicia y hombre dedicado a los temas jurídicos por su profesión de abogado en ejercicio, aunque en algunos medios periodísticos también se añaden los nombres de Emilio Attard, diputado de UCD por Valencia y presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Congreso, y de Juan Antonio Ortega, secretario de Estado para el Desarrollo Constitucional.No obstante, todavía es pronto para determinar la persona que ha de suceder al actual fiscal general del Estado, sin que se descarte tampoco de la lista de los posibles sucesores a un miembro de la carrera fiscal. Generalmente, el cargo de fiscal del Estado ha sido servido por un político.
Al frente de la Fiscalía General del Estado desde hace dos años y tres meses (fue nombrado para este puesto el 13 de enero de 1978), Juan Manuel Fanjul comunicó el pasado mes de diciembre al presidente Suárez su deseo de dejar el cargo. Ultimamente, el señor Fanjul ha insistido de nuevo, si bien la crisis que se gesta actualmente en el seno del Gobierno ha relegado a un segundo plano el tema. El fiscal general del Estado viene manifestando desde hace tiempo «difusos anhelos de marcharse» por motivos de cansancio, sin que se descarten tampoco razones económicas, en un hombre que debió abandonar cuando accedió a su actual cargo un conocido despacho profesional de abogado e importantes puestos en la empresa privada. En la actualidad, las responsabilidades del fiscal general del Estado se han acrecentado enormemente.
El estatuto del ministerio fiscal
Por otra parte, el actual fiscal general del Estado considera que su misión al frente de la Fiscalía se ha cumplido, tras su larga permanencia en la misma. En los últimos tiempos, el principal objetivo del señor Fanjul ha sido sacar adelante un estatuto del ministerio fiscal digno, que recoja las aspiraciones fundamentales de la carrera, lo cual no ha sido tarea fácil. El primitivo anteproyecto del estatuto del ministerio fiscal, elaborado por el Gobierno, no coincidía demasiado con los criterios que mantenían los fiscales sobre la naturaleza de su función en un Estado democrático y han sido necesarias muchas modificaciones para acercar las posiciones de ambas partes. En estos momentos, el proyecto, cuya remisión al Congreso es inminente, satisface en la mayor parte de su contenido al fiscal general del Estado.La existencia de un Consejo Fiscal como órgano de gobierno del ministerio fiscal, en el que la carrera había puesto mucho interés, ha sido finalmente admitida, aunque la misión de dicho órgano se limita a funciones de asesoramiento en cuestiones orgánicas internas y de personal. El Consejo Fiscal estará formado por el fiscal general del Estado, el teniente fiscal, el inspector fiscal, un fiscal de sala (desaparece la denominación de fiscal general del Tribunal Supremo), tres fiscales de audiencia territorial y tres fiscales de audiencia provincial. Se echa en falta, no obstante, según se ha manifestado a EL PAIS en medios del ministerio fiscal, la inclusión del miembro más antiguo y del más joven del escalafón para que dicho órgano fuera plenamente representativo, si bien se espera que el proyecto pueda mejorarse a su paso por el Congreso.
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