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RELIGION

El Papa preside una "cumbre" cardenalicia en la que se abordó el caso Lefébvre

Juan Arias

Se ha celebrado en el Vaticano una cumbre de cardenales con el papa Juan Pablo II para tratar el caso del obispo ultraconservador francés Marcel Lefébvre, suspendido a divinis por Pablo VI. De esta cumbre no ha habido información oficial. Es, sin embargo, la primera vez que el Papa se sienta a una mesa con un grupo de cardenales de curia para discutir el espinoso problema del antipapa francés.

Ciertamente, el Papa ha querido tratar con sus cardenales el último grave episodio de provocación de monseñor Lefébvre, cuando el lunes de Pascua se presentó en Venecia para celebrar en Italia su primera misa, a pesar de estar suspendido. Fue una misa según el rito tridentino. El hecho de haberla celebrado en Venecia contra todas las prohibiciones del patriarca fue considerado, además, una ofensa a la memoria de Juan XXIII, el Papa del Concilio Vaticano II, tan ultrajado por el obispo ultrancista. Juan XXIII había salido en efecto de la diócesis de Venecia para el cónclave que lo eligió Papa.Durante la misa celebrada en Venecia, Marcel Lefébvre dijo públicamente que en los últimos tiempos había venido varias veces a Roma para hablar con el Papa y con los cardenales y que le había dicho al Papa que «sus cardenales eran peores que los bolcheviques». De Pablo VI dijo «que había sido un hereje». Parece ser que el Papa, que aún no ha respondido ni directa ni indirectamente a la provocación de Lefébvre en Venecia, ha querido tratar el asunto con sus más directos colaboradores, sobre todo porque desea zanjar este asunto antes de su viaje a París, donde los secuaces del obispo rebelde podrían crearle más de un problema.

Juan Pablo II ha hecho todo, apenas elegido Papa, para echarle una mano al obispo ultraconservador, incluso recibiéndole personalmente. Lefébvre quedó contento y llegó a decir que con el papa Woityla se había entendido muy bien. Pero después vino el proceso del ex Santo Oficio y las nuevas provocaciones, ya que Lefébvre siguió ordenando sacerdotes y celebrando misas. Lefébvre acusa a la Iglesia del Concilio de tener los seminarios cerrados, mientras él ha conseguido estos años más de doscientos seminaristas. Y también docenas de casas en todo el mundo, que valen cientos de millones. El problerna es que después de la suspensión a divinis, al Papa no le quedaría más remedio que llegar a la excomunión. Sería la primera excomunión dada desde los tiempos de Pío XII.

Reunión del comité ejecutivo del episcopado

El arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Tarancón, presidió ayer la reunión del comité ejecutivo del episcopado, según informa Europa Press.Forman parte de este comité, además del cardenal Tarancón, el arzobispo de Pamplona y vicepresidente de la Conferencia Episicopal, monseñor Cirarda; el secretario, Jesús Iribarren, y los prelados González Martín, Díaz Merchán, González Moralejo y Martí Alanis.

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