Crisis psicológica
El Real Madrid está cambiando de imagen. En la presente campaña el tono de los jugadores del club se ha tornado más agrio. Aunque en todas las épocas ha habido algún futbolista más o menos conflictivo, la sociedad ha logrado dar siempre un tono de serenidad. En las últimas semanas, la directiva se ha visto en la obligación de imponer algunas sanciones, y todo hace suponer que el ambiente se degradará algo más, si no se corta a tiempo la racha.El pasado domingo el propio presidente del Madrid, Luis de Carlos, dio una lección de deportividad en los vestuarios del campo del Hércules, pero da la impresión de que aquella reconvención no sirvió de gran cosa.
En la presente temporada nos hemos encontrado con un Del Bosque irascible y hasta duro, un Angel que hace oposiciones a la expulsión en todos los encuentros el miércoles, ante el Betis, hizo tres entradas que sólo puede perdonar un árbitro que no quiera ver-, un Santillana que llama la atención de los árbitros para que den prisas a los porteros, un Stielike que se pasa de duro, un García Hernández que en pleno período de solidificación ya ha tenido que ir una vez a la calle y un Juanito al que le patinan las neuronas casi a diario. Los tradicionalmente duros, los defensas, salvo el arranque de Camacho, han dado menos que hablar que el resto de sus compañeros. El Madrid podría este año ser tres veces campeón, pero el estado psicológico de sus jugadores no parece el más adecuado, en estos momentos, para lograr tan brillantes objetivos.