Las escuelas de artes aplicadas, amenazadas de desaparición

Trabas de la Administración y presiones sobre el profesorado para evitar su celebración no impidieron que representantes de las escuelas de artes aplicadas y oficios artísticos se reunieran en Valencia para debatir el futuro de sus centros que se encuentran en período de desaparición.

La falta de claridad sobre la regulación de las enseñanzas artísticas en el sistema educativo preocupa al profesorado y numerosos alumnos de estas disciplinas, que cuentan con cincuenta centros repartidos por todo el país. Mientras está a punto de vencer el plazo, en agosto, para su integración en la ley General de Educación, todavía se desconocen los extremos de la prometida ley de Enseñanzas Artísticas y, por otro lado, los intentos de participar en su elaboración por parte de los profesores resultaron vanos.La asamblea nacional de Valencia estuvo precedida de trabas puestas por la Inspección General (según los profesores, entidad desconocida hasta hoy en el funcionamiento de sus centros), que obligó a modificar las fechas de convocatoria. Según carta firmada por el inspector general y director de la escuela de Madrid, Germán Calvo, de fecha, 17 de marzo, enviada a los directores de centros, se advertía de «la ilegalidad de la pretendida reunión a nivel nacional por no contar con la preceptiva autorización de la superioridad». Además, el escrito aludía a «la responsabilidad en que incurrían aquellos profesores que se ausentaran de sus respectivos centros faltando a sus obligaciones docentes», ya que había sido fijada para el jueves y viernes de la pasada semana, lo que obligó a la junta gestora de la escuela de Valencia, convocante de la asamblea, a trasladar la reunión al fin de semana.

Junto a estas trabas, el lugar de reunión también hubo de cambiarse al recibir presiones el director de la citada escuela, y posteriormente el director de los centros de formación profesional de Valencia, para que no autorizara la celebración de esta asamblea en sus locales. La convocatoria trashumante pudo ser fijada por fin en las dependencias del Colegio Oficial de Profesores de Dibujo. A raíz de estos hechos, la asamblea reclamó que su participación en la búsqueda de una solución para los centros donde trabajan «no se vea interferida por actuaciones coercitivas, que sólo consiguen crear un clima de temor y desconfianza en parte del profesorado».

Estas dificultades contrastaron, sin embargo, con el eco que la convocatoria obtuvo en los representantes de las fuerzas políticas; parlamentarias valencianas, que acudieron a conocer directamente de los asambleístas las razones de su protesta. Así, de manera espontánea participaron, por UCD, el diputado José Ramón Pin, presidente de la comisión de Suplicatorios y coordinador del grupo de UCD de la Comisión de Educación del Congreso, y el concejal del Ayuntamiento de Valencia, Rafael Insa; por el PSPV-PSOE, la secretarla de política sectorial, Carmen Macián, y por el PCPV-PCE, Guillermo Gil, miembro del comité provincial. Según manifestó un portavoz de la asamblea en conferencia de prensa, «si no intervienen los políticos y los partidos en la resolución de nuestro futuro nos vemos abocados a la desaparición».

Las representaciones asistentes fueron menos numerosas de lo previsto, a causa de las amenazas que los profesores recibieron de los directores de sus centros. «Nuestros temores de desaparición -señala en su comunicado final- se ven avalados por una serie de acontecimientos, noticias, rumores y hechos que paulatinamente han ido degradando la eficacia que estas enseñanzas debieran prestar a la sociedad.» Ejemplos de ellos son la iniciada anexión de algunas de sus especialidades por la facultad de Bellas Artes y la cesión de edificios de escuelas de artes aplicadas a centros de formación profesional.

Más adelante expresan que, tras un movimiento reivindicativo de varios años, «la Administración no ha procedido de una forma clara y oficial a comunicarnos sus verdaderas intenciones. Nuestra presente decepción viene causada por la promesa electoral de UCID, que anunció una futura ley de enseñanzas artísticas sin que hasta la fecha haya sido cumplida».

Por otra parte, una vez asegurada la continuidad de estas enseñanzas, que tienen cada vez más acogida entre las capas de la población, ya que suponen un buen recurso para llenar su tiempo de ocio, el profesorado reclama puesta al día de la legislación que regula sus centros, la convocatoria de oposicíones y ampliación de plantillas, insuficientes en la actualidad por razón de la demanda y la equiparación económica a otros estamentos docentes.