El Ayuntamiento paraliza la construcción de nueve edificios por infracciones urbanísticas
La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid decidió ayer, a instancias de la junta municipal del distrito de Hortaleza, paralizar las obras de nueve de los quince bloques de viviendas que estaban siendo construidos en la urbanización Nueva Colombia, situada en el citado distrito. La orden de paralización de las obras está basada en la existencia de una serie de presuntas infracciones urbanísticas y administrativas de carácter grave que influirían negativamente en la habitabilidad de la zona.
El Ayuntamiento de Madrid, a través de su servicio contencioso, ha llegado a pensar en la posibilidad de querellarse contra el promotor de la urbanización en cuestión, Félix González González, por el presunto delito de falsedad en documento público. Según la Gerencia de Urbanismo, en el acta de cesión de las zonas públicas de la urbanización el señor González asegura que ésta se realiza libre de «cargas, arrendatarios y titulares». Sin embargo, lo cierto es que el suelo que es cedido como zona verde está ocupado por el cementerio de San Matías, de Hortaleza -todavía en funcionamiento-, en tanto que la que corresponde al centro cívico tiene sobre ella una serie de chabolas, que harían que el Ayuntamiento entrara en un largo proceso judicial hasta conseguir construir el terreno en cuestión.Según la ley del Suelo actualmente vigente, los promotores de polígonos urbanísticos vienen obligados a ceder aproximadamente el 10% del terreno que ocupan. Sin embargo, qué parte del suelo del polígono es la que ceden a la Administración es algo que queda al arbitrio de los promotores. Pero el de Nueva Colombia decidió que sus cesiones se situaban donde hoy está el cementerio de San Matías, propiedad del arzobispado y todavía en uso, la de zo nas verdes, y en una parcela ocupada por varias chabolas -es decir, con la carga social y económica que suponen esas familias-, la del centro cívico del barrio, que fácilmente hubiera podido convertirse en la sede de la junta municipal del distrito, hoy todavía realquilada en la de San Blas.
Resulta curioso el hecho de que mientras la zona de terreno que los promotores tenían que ceder al Ayuntamiento está ocupada por unas chabolas, la correspondiente a un centro comercial está totalmente libre y dispuesta a se construida en cualquier instante.
Otra de las irregularidades detectadas por la Gerencia hace referencia a la existencia de unas líneas de conducción eléctrica de alta tensión sobre las parcelas cedidas como zona escolar. Este extremo convierte en irrealizables los proyectos de construcción de escuelas que pudiera haber para la zona, dado el peligro potencial que suponen esas líneas de alta tensión.
La urbanización Nueva Colombia ha sido promovida por la promotora inmobiliaria Incolomes, propiedad de Félix González. Esa promotora participa en un 40% en la hipotética -nunca llegó a formarse- junta de compensación del polígono, en tanto que el 60% restante se reparte entre las empresas Río Hortaleza -una de las promotoras de la Torre de Madrid-, Vemasa, Cortizo y la Cooperativa de San José de Calasanz. De todas maneras, la mayoría de esa junta de compensación corresponde a Incolomes.
Representantes de los propietarios del terreno en cuestión aseguraron ayer tarde a EL PAIS que la junta de compensación del polígono, por contra de lo que asegura la Gerencia Municipal de Urbanismo, está legalmente constituida, ya que tal constitución fue hecha con arreglo a la ley del Suelo de 1956, no la de 1975. En aquélla no se preveía la necesidad de que la constitución de tal junta fuera reflejada en una escritura otorgada ante notario.
Con respecto a la cesión de un cementerio como zona verde, Félix González, en nombre de Incolomes, aseguró que la cesión prevista ha sido cumplida sin incluir el citado cementerio. «Lo que ocurre», dijo, «es que estaba previsto que el cementerio se transformara en zona verde, cosa que hasta ahora no ha ocurrido. » La cesión del terreno del centro cívico fue hecha sin cargas, que la existencia de unas chabolas en él no es consecuencia de ninguna autorización de los propietarios.
Acerca del hecho de que la zona prevista como escolar esté atravesada por una línea de alta tensión, los representantes de la junta aseguraron que le habían ofrecido a Gerencia una permuta del terreno que consiguiera obviar el problema, pero que esa permuta no fue aceptada.
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