Teatro breve
Tenemos ya Teatro breve para todo el año, según la precipitada programación de los directivos. Este subespacio del denominado género de los dramáticos, nacido cuando se agotaron las telecomedias de Juan José Alonso Millán y Víctor Ruiz Irlarte -Que usted lo mate bien y El señor Villanueva y su gente- ha merecido, junto a los denominados servicios informativos, los juicios más duros de la crítica y especialistas, por tres o cuatro razones: por la simpleza e incultura de su selección, por la interpretación de rutina, por la nula imaginación a la hora de montar las obras y, en definitiva, por la descarada intención de los directivos de anclar los gustos del espectador a los funestos años sesenta de TVE. De ahí que las obras carezcan de interés por la monótona repetición de la fórmula en torno a la comedieta intrascendente, a menos que los objetivos de los programadores sean fomentar el mal gusto y el desprecio del público al teatro. Y también que, aunque hay más de medio centenar de realizadores fijos de TVE en paro, al personal de TVE le dé vergüenza trabajar en la puesta en escena del calendario de los jefes que ni siquiera consiente a los actores el tiempo suficiente para desempeñar con dignidad su papel.Durante el próximo trimestre se emitirán doce obras, todas ellas de autores pretéritos, José Estremera, Vital Aza, César García Iniesta y otros mediocres, que bien puedq recapitular Pedro Muñoz Se a (188 1-1936) del que se emiten, en este primer bloque, para mayor variedad, nada menos que Ires obras: La nicotina, Las cosas de Gómez y La conferencia de AIgeciras. El teatro de Muñoz Seca es fiel reflejo de lo que TVE entiende por Teatro breve: variaciones sobre el sainete, comicidad a toda costa, parodia y chabacanería, juegos de palabras y chistes fáciles.
El cuarto y último trimestre del año incluye diecisiete de estas piezas en un solo acto, como La extraña visita de Pepín Arroyo y La estraña visita del señor Magdaleno, ambas de Joaquín Calvo Sotelo, dos de José María Pemán y otros entre los que no pueden faltar los eternosdeTVE: José López Rubio, Víctor Ruiz Iriarte, Juan Jo e Alonso Millárry Alfonso Paso, e e último con el título Por qué riñe un matrimonio, quizá para abundar en esa temática, tan querida por TVE, de los celos, señores con chachas, mayordomo y toda la escenografía de frivolidades caseras decimonónicas. Al lado de estos autores, tres obras de Jacinto Benavente y dos del Antonio Gala. Fuera, todos los autores posteriores a la llamada generación realista, como Arrabal, García Pintado, Ruibal, Martínez Medero, Quiles, Alfonso Vallejo. Jesús Campos, Ricardo Morales, Jerónimo López Mozo y todos los grupos profesionales independientes.
El único acierto de esta programación consiste en que el Teatro breve no se emitirá durante los meses de julio y agosto para descanso de la audiencia
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