Seis personas muertas en el incendio de un inmueble en Almería
Seis personas fallecidas es el balance provisional de la explosión sucedida el domingo por la noche en Almería, al incendiarse un almacén de pinturas situado en la planta baja de un edificio de la calle de Gerona. Los fallecidos son el matrimonio formado por Juan García Carretero, de 41 años, y Rosa López López, de 34, y sus hijas Rosa María, María del Mar y Lidia, de dieciséis, catorce y once años, respectivamente, y Trinidad Granados Bravo, de 65 años, propietaria del inmueble afectado. El matrimonio contaba también con otros cuatro hijos, que han logrado salvarse; al parecer, sólo uno de los chicos se encuentra en estado muy grave a consecuencia de las quemaduras.
La explosión más fuerte se produjo a las cero horas veinte minutos del lunes; unos segundos después se registró otra sensiblemente menor y algunos vecinos han manifestado que posiblemente hubo más explosiones. La primera se pudo oír en zonas situadas a más de un kilómetro del lugar donde se produjeron los hechos y las llamas producidas en el incendio posterior podían ser vistas desde diversos puntos de la ciudad. A los pocos minutos se presentaron en el lugar del suceso fuerzas de la Policía Nacional y del Cuerpo de Bomberos, que comenzaron inmediatamente las tareas de extinción del fuego y de salvamento de los vecinos que habitaban el inmueble. En la tarea de extinción del fuego participaron, igualmente, los integrantes de las unidades contra incendios de los buques de la Marina española, Genil, Odiel y Duero, que se encuentran anclados en el puerto de Almería.Al parecer, el motivo de la explosión fue un cortocircuito producido en un almacén de pinturas y papeles pintados situado en la planta baja del edificio. Encima de este almacén es donde vivía la familia afectada. De acuerdo con la opinión de una vecina, «durante todo el sábado y el domingo olía a quemado en el edificio, pero no se veía ni humo ni llamas»; según esta vecina, el olor se hizo mucho más intenso alrededor de la media noche del domingo «y a los pocos minutos fue cuando se produjo la explosión». Fuentes consultadas por EL PAIS han manifestado que el incendio pudo haberse producido a consecuencia de un cortocircuito y la explosión sucedió al afectar las llamas a unos bidones de disolvente situados en el almacén. El fuego se extendió rápidamente y afectó también a un bidón de oxil-acetileno, que ocasionó una nueva explosión. «Aquí», declaró una testigo presencial de los hechos, «se movió el piso como una cereza y cuando me asomé a la ventana para ver qué ocurría vi el fuego casi encima, mientras escuchaba algunos gritos o voces de socorro, que parecían venir de las viviendas en llamas. »
Fuentes dignas de todo crédito han informado que es casi seguro que el comercio en el que se produjo el incendio carecía de licencia, en este mismo sentido también se nos ha informado que el propietario del mismo, José Amós Gordillo, está siendo buscado por fuerzas de la Guardia Civil, sin que hasta el momento haya sido localizado.
El número de familias que habitan en el inmueble siniestrado es de seis y los miembros de las mismas desalojaron el edificio a través de terrazas y tejados colindantes. Al oír la explosión, los vecinos de un edificio cercano intentaron salir a la calle, pero la puerta se bloqueó por el calor y tuvieron que salir a través de los tejados de las casas contiguas. Los desperfectos causados por la explosión han sido bastante numerosos, principalmente roturas de cristales.
Rescate de los niños
Uno de los hijos del matrimonio fallecido saltó envuelto en llamas desde la primera planta a la calle y tras ser asistido en la residencia sanitaria de Almería fue trasladado urgentemente al centro de quemados de Murcia, en donde se ha considerado que su estado es muy grave. Los otros hermanos fueron salvados por un vecino, que, arriesgando su vida, se encaramó a las verjas de las ventanas y los bajó a la calle. Los nombres de los cuatro chicos que han logrado salvarse son Juan Carlos., de diecisiete años; Miguel Angel, de quince (este es el que se encuentra internado en la residencia de Murcia); Diego José, de doce, y Marco Antonio, de ocho.Al conocerse la noticia, el director del colegio donde estudiaban las hijas del matrimonio fallecido se presentó en el lugar del suceso y al enterarse de que habían muerto las tres no pudo contener las lágrimas, produciéndose numerosas escenas de dolor entre los presentes.
Los trabajos de rescate de las víctimas continuaron durante todo el día de ayer, y hasta el momento de redactar este suceso se había logrado rescatar cuatro de los cadáveres de las víctimas. Ante el peligro de derrumbamiento del edificio se ordenó judicialmente la demolición del mismo y es muy probable que el resto de los cadáveres sean rescatados en pocas horas. La capilla ardiente ha sido instalada en una iglesia del barrio de Zapillo y todavía no se ha fijado la fecha y la hora del sepelio, aunque es muy posible que se celebre hoy a últimas horas de la tarde.
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