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No hay esperanzas de encontrar más supervivientes del "María Alejandra"

Durante toda la noche y el día de ayer continuaron los trabajos de rastreo y búsqueda de posibles supervivientes en la zona en que el pasado martes se hundió el petrolero español María Alejandra. Hasta el momento de redactar esta información no se había localizado ningún superviviente más que los siete ya conocidos, dos de los cuales están desde anteayer en Las Palmas de Gran Canaria. Los otros cinco viajan en el barco liberiano Sequoya hacia Las Palmas, donde llegarán hoy. Los siete cadáveres encontrados hasta el momento viajan en el buque frigorífico griego Luehesand, rumbo a Las Palmas, donde llegarán probablemente hoy.

José Ramón Sendón y Francisco Martínez, los dos supervivientes trasladados a Las Palmas, continúan hospitalizados en la clínica Santa Catalina. El primero de ellos informó ayer a la agencia Efe que «de repente se escuchó una gran explosión y el barco comenzó a hundirse, partido en dos. Pensé morirme, pero decidí hacerlo con tranquilidad y me arrojé al mar. Luego pude agarrarme a un bote de plástico y fui desviándome del buque y de las llamas, hasta que, ocho horas después, encontré una madera que me salvó la vida». José Ramón Sendon recuerda los gritos de sus compañeros, que, desde la parte de babor del buque, pedían auxilio, envueltos en llamas. «Nos salvamos sólo los que estábamos libres aquel día. Los que estaban trabajando murieron.» Al parecer, los siete supervivientes se encontraban en la tercera cubierta en el momento de la explosión. El resto de los 36 tripulantes y viajeros se encontraban en otras cubiertas, y «debido a que el hundimiento fue muy rápido debieron quedar atrapados en el María Alejandra».Por lo que respecta al otro superviviente hospitalizado en Las Palmas, Francisco Martínez, fue sorprendido por la explosión cuando se encontraba en pleno sueño. «Al despertarme, me di cuenta de que estaba aprisionado en el camarote y que éste se inundaba poco a poco. Cuando el agua me llegaba ya al cuello logré arrancar la ventanilla y lanzarme al mar a través de ella. » Francisco Martínez fue operado ayer de una herida en la mano que no reviste gravedad.

El director y el gerente de la compañía Mar Oil, propietaria del petrolero, viajaron ayer a Canarias para seguir de cerca las operaciones de rescate y la investigación sobre la catástrofe. A las cinco de la tarde de ayer, cincuenta horas después de la explosión y el hundimiento del María Alejandra, parecía muy difícil encontrar a algún superviviente más.

Uno de los desaparecidos, Angel Botejara, camarero del barco y natural de Guernica, estuvo a punto de no embarcarse porque quería celebrar su boda. Sin embargo, decidió posponerla para ahorrar un poco más de dinero en este viaje y contraer matrimonio a la vuelta del golfo Pérsico.

El capitán del barco, Alfredo Videa Ansoleaga, es natural de Sopelana, aunque hace años que reside en Tenerife. El señor Videa, casado y con ocho hijos -el mayor de dieciséis años y el menor de tres meses-, figura entre la lista de desaparecidos.

Telegrama del presidente Suárez

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El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, envió ayer un telegrama de pésame al presidente de la compañía Mar Oil, compañía propietaria del buque-tanque, que, textualmente, dice: «Le ruego traslade a los familiares de las víctimas producidas por el hundimiento del buque María Alejandra el testimonio de mi más profundo pesar y mi solidaridad más sincera con motivo de la tragedia ocurrida anteayer. »

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