La banca suiza aumenta la tasa de interés para los depósitos a plazo

Por segunda vez consecutiva, en menos de dos semanas, los bancos más importantes de Suiza aumentaron ayer la tasa de interés para los depósitos a plazo en un 0,5% sobre todas las categorías de depósitos.

Para los depósitos de tres a cinco meses, desde ayer, la tasa quedó fijada en 5,75%; para los depósitos de seis a once meses, en 6%, y para los depósitos a doce meses, en 6,25 %.En los sectores bancarios no se descarta la posibilidad que dentro de pocos días se establezcan nuevos aumentos, en concordancia con los criterios alcistas de las tasas de interés que se vienen registrando en los principales centros bancarios del mundo, fenómeno que fue analizado con bastante preocupación por los gobernadores de los bancos centrales de Occidente en la última reunión mensual del Banco Internacional de Reglamentos, con sede en Basilea.

Las autoridades helvéticas adoptaron una nueva medida destinada a estimular el flujo de capitales a Suiza. Esta consiste en autorizar remuneraciones para los haberes extranjeros depositados por una duración de un mínimo de tres meses.

Esta nueva cláusula, junto con otra adoptada por el Banco Nacional Suizo, mediante la cual se suprimen los topes relativos a la venta a término de francos suizos a compradores extranjeros, dejan prácticamente abiertas las fronteras para el depósito de capitales en condiciones óptimas.

Esta política se inserta en una línea de liberalización del sistema bancario helvético, que data solamente del mes de noviembre del año pasado, cuando fueron rebajados los intereses negativos sobre los capitales depositados en bancos de este país, del 10% al 2,5%. Un mes después, dicho interés fue simplemente eliminado. Hace sólo tres semanas se dictó una cláusula autorizando remuneraciones sin restricción sobre los depósitos extranjeros colocados en cuentas de ahorro.

La medida adoptada ahora para los depósitos bancarios de un mínimo de tres meses, fue acogida por los banqueros de este país como un triunfo de sus posiciones, que desde 1978, año en que se dictaron normas restrictivas para la entrada de capitales, venían denunciando atropellos al principio del liberalismo de la economía helvética.