España ganó en dobles

Tras ganar el doble, el equipo español consiguió el segundo punto de esta eliminatoria de la actual edición de la Copa Davis, que supone la novena confrontación entre España y la República Federal de Alemania. La pareja José Higueras y Angel Giménez venció a Karl Meiler y Rolf Gebring en tres largos y apretados, sets por 7-5, 6-4 y 11-9, después de dos horas y 43 minutos de juego. Un juego que casi siempre estuvo presidido más por la emoción y el nerviosismo que por la calidad. Los encuentros Higueras-Pinner y Luna-Gehring, que se disputarán hoy, a partir de las once y media, decidirán la eliminatoria.

Con su derrota del viernes, José Higueras puso a reventar las gradas del Club Tenis Valencia, que se vio obligado a poner el cartel de «no hay entradas para sábado y domingo», ya que eran muchos centenares de aficionados los que intentaban tener acceso para poder presenciar el encuentro.Al margen de los resultados es necesario indicar ya que Higueras y Giménez formaban pareja por primera vez, lo que evidencia cierta falta de clarificación, ya que dadas las circunstancias que concurren en el número uno, Manuel Orantes, es necesario tener una pareja de dobles que pueda afrontar con garantías estos compromisos.

Muchos nervios e imprecisiones en el primer set, cuyo primer tanto se produjo por una doble falta en el servicio de Gehring. A partir de ahí, unos y otros se ro-baron el servicio para llegar, después de 43 minutos, a un 7-5 que lo único que tuvo de positivo fue el triunfo español, porque los cuatro jugadores acumularon errores y, sobre todo, voleaban muy mal en la red. No cambiaron mucho las cosas en el segundo, que tan sólo duró un minuto menos y en el que no hubo nada que destacar. Se llegó al tercero con una gran tensión en las gradas, el público aterido de frío y la esperanza de que el encuentro terminara ahí. Así fue, pero a punto estuvo de no cumplirse este deseo, ya que, con 7-6 a su favor, el equipo germano desperdició un set-ball que hubiera llevado al descanso para después reanudar el juego. La igualdad a partir de ahí fue tremenda. Junto a golpes de verdadera calidad -el juego subió bastantes enteros en este set-, también se cometían errores dictados por los nervios y la responsabilidad, y de ahí que el servicio ya no fuera una garantía. Con 9-8, España tuvo un match ball que no supo aprovechar. Continuaba la tremenda emoción, con un-público enmudecido que estallaba de júbilo cuando se producía un tanto español. Por fin, con 10-9 a su favor y 40-15, se desperdició el primer match ball para pasar a un 40-30 y definitivamente Meiler lanzó fuera el servicio de Giménez.