El PS italiano amenaza con la apertura de una en crisis política

La dirección del Partido Socialista italiano (PSI) decidió ayer abrir «una clarificación política inmediatamente después del Consejo Nacional de la Democracia Cristiana, que el día 5 de marzo tendrá que elegir el presidente y el secretario del partido. Aunque la resolución es muy sutil, de hecho supone una advertencia al Gobierno, relativa a la apertura de una crisis política.

La decisión fue adoptada por unanimidad tras un debate muy duro entre el grupo «autonomista» del secretario general Bettino Craxi y el grupo de la izquierda del partido, formado por Signorile y Achilli. Estos últimos querían que el Partido Socialista abriera la crisis inmediatamente, sin esperar al Consejo Nacional de la DC.Se llegó a un compromiso tan sutil que los líderes de las diferentes facciones tuvieron que explicar una y otra vez lo que significaban los términos de la citada declaración. Craxi afirmó que la declaración socialista pide a la Democracia Cristiana «hechos nuevos, políticamente significativos» antes de pasar a la apertura directa de la crisis. Por su parte, el vicesecretario, Claudio Signorile, ha explicado que la fórmula aprobada significa que «ya no existen votos socialistas para la actual mayoría de Gobierno.

De hecho, los jefes socialistas de los grupos del Senado y de la Cámara baja fueron después de la reunión de la dirección a comunicar al presidente del Consejo de Ministros, Francesco Cossiga, «la nueva posición del Partido Socialista con relación a la abstención dada el pasado mes de agosto para que se pudiera formar el actual «Gobierno de tregua» presidido por Cossiga.

La dirección del partido decidió también que el Comité Central se reunirá inmediatamente después del Consejo Nacional de la DC para decidir la fecha y la forma de abrir la crisis. Los dirigentes de la izquierda del Partido Socialista subrayaron que después de esta decisión de los socialistas no se excluye que la Democracia Cristiana tome sus decisiones, sabiendo que ya no puede contar con la abstención socialista.

Los comentaristas políticos afirman que los socialistas han querido, con este gesto, enviar un aviso a la Democracia Cristiana, en el cual le dicen que, si del Consejo Nacional sale una mayoría de centro-derecha, les será prácticamente imposible a los socialistas echar una mano a la formación de un Gobierno.

En este sentido, ha sido interpretada una declaración de el ex jefe del Gobierno, Giulio Andreoti, que ha causado gran sorpresa. Dando la impresión de separarse de la nueva izquierda que se había formado en el Congreso democristiano en torno a él y al grupo Zaccagnini, se ha presentado como mediador pidiendo a los «zaccagmanos» que sean más dúctiles y a los del famoso «preámbulo», contrarios a la entrada de los comunistas en el Gobierno, que sean menos «cerrados» en este tema. En la práctica, Andreoti les ha dicho que el hecho de reunirse a discutir con los comunistas no significa que éstos deberán entrar en el Gobierno. Y no con poca ironía, dijo: «Si son rosas, florecerán, o más exactamente, si son claveles (símbolo del PSI), florecerán.» Como dando a entender que una tal reunión serviría sólo para ayudar a los socialistas a aceptar su participación en un Gobierno con la DC que no sea tachado de intransigencia anticomunista.