Críticas al tratamiento de la psiquiatría en la reforma sanitaria

Los representantes del Partido Socialista Obrero Español y del Partido Comunista de España fueron los únicos parlamentarios que asistieron al debate sobre La psiquiatría en la reforma sanitaria, celebrado a principios de esta semana en el Colegio de Médicos de Madrid. Los miembros de UCD, CD, PNV y del actual Ministerio de Sanidad, invitados también a dicho acto, justificaron su ausencia, en algunos casos, por razones políticas.El doctor Valentín Corcés, presidente de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, entidad que organizaba el debate, tomó, en primer lugar, la palabra para criticar severamente el proyecto de reforma elaborado por el Gobierno, que en lo que se refiere al tema de la psiquiatría presenta, en su opinión, aspectos verdaderamente aterradores.

Tanto el doctor Corcés como el doctor Desviat, que presidían el acto, se manifestaron contrarios a la posibilidad, que apunta el borrador elaborado por UCD, de crear centros especiales para adolescentes mal adaptados socialmente, además de señalar la necesidad urgente de que sea abolida la ley de 1931, que justifica el internamiento en un centro psiquiátrico de cualquier persona, previa detención por un agente del orden. Pero, además, la reforma psiquiátrica que se planea -según señalaron en otro momento del debate- no deja perfectamente claro el tema de la financiación de la asistencia al enfermo mental. El doctor Corcés lamentó también profundamente la marginación de que ha sido objeto la Asociación de Neuropsiquiatría por parte del Gobierno.

Después de un breve resumen de los proyectos relativos a la reforma psiquiátrica, leídos por los señores Yuste y Núñez, representantes del PSOE y del PCE, respectivamente, se entró en el debate, que no estuvo exento de críticas a ambos proyectos, especialmente al primero, que fue tachado en alguna ocasión de poco concreto.

El doctor Yuste justificó la vaguedad del texto socialista en razón de la estrategia política de su partido, mientras que el señor Núñez explicó por su parte la necesidad de una reforma fiscal para poder llevar adelante el proyecto comunista y, de hecho, cualquier reforma sanitaria seria.

Antes de concluir el debate, uno de los psiquiatras manifestó su perplejidad por la ausencia en los proyectos de una preocupación clara por la situación del niño en la psiquiatría y criticó con dureza la gestión de las diputaciones de izquierda; dijo textualmente: «En diez meses de poder han colocado a la psiquiatría, en muchos casos, en una situación peor a la de la etapa franquista.»