El escudo de España quedará despojado de las adherencias franquistas
El Pleno del Congreso de los Diputados dio ayer vía libre a una disposición de ley socialista por la que se despoja al escudo de España de las adherencias incorporadas por el franquismo y se le entroncan con la tradición que arranca de 1868. Los elogios de Joaquín Satrústegui, en nombre del Gobierno, a la iniciativa del PSOE, evocaron el consenso constitucional entre los dos grandes partidos en plena víspera del referéndum andaluz, que confrontará hoy a UCD con la izquierda.La defensa de la proposición de ley socialista correspondió a Luis Solana, quien recordó que la Constitución no incorporá la descripción del escudo de España, y expresó el honor que supone para los socialistas «completar la simbología de España en un momento en que se abordan los perfiles autonómicos del Estado, como muestra de que los socialistas se preocupan por la unidad de España, a través del escudo, que, como la Constitución, es de todos los españoles».
El señor Solana señaló que hasta el año 1868 no existió como tal un escudo de España, que todos los regímenes sucesivos han mantenido, si bien cada situación política «añadía o quitaba pequeñas partes al escudo». Expresó el propósito socialista de enlazar con la tradición de más de un siglo a través de un escudo cuya descripción hizo. Estará coronado por una corona -real de color amarillo, compuesto .por cuatro cuarteles y fianqueado por sendas columnas con las palabras Plus y Ultra. A partir_de la aprobación de la ley, quedarán fuera del escudo, entre otros símbolos, el yugo y las flechas.
En nombre del Gobierno, Joaquín Satrústegui anunció el voto favorable del grupo centrista. Recordó que el actual escudo se debe a un decreto de 1938, del que fueron autores Ramón Serrano Súñer y Dionisio Ridruejo. Aludió también a las modificaciones introducidas por la Restauración sobre el inicial escudo de 1868 y elogió el propósito socialista de hacer bueno lo que dijo Felipe González al aprobarse la Constitución de 1978: «Varnos a respetar la Constitución en su integridad». El señor Satrústegui añadió que no pueden seguir existiendo en el escudo aditamentos que se pusieron al dibujarse en España un Estado autoritario que iba «hacia la disciplina y hacia el Imperio». Encuadró la propuesta socialista en los esfuerzos para superar la guerra, en este caso, mediante la representación de la España de todos en un escudo distinto al de un solo bando de la contienda civil.
Durante la tramitación de la proposición de ley, el Gobierno anticipó su propósito de enmendarla -y el PSOE de estudiar tales enmiendas-, especialmente, por razones económicas, en lo que se refiere a la disposición transitoria que establece un plazo máximo de tres años para sustituir el escudo hoy en uso en los distintos organismos públicos o privados que lo utilicen. Sometida a votación la proposición de ley fue aprobada por 236 votos favorables, siete en contra (correspondientes al d Iputado de CD Antonio de Senillosa y a los centristas Sánchez de León, Egea, Peláez, Soler Valero, García Añoveros y Calvo Ortega, estos dos últimos, ministros); dos abstenciones (del socialista Núñez Encabo y el centrista Gabriel Cisneros), y dos votos nulos, de los socialistas Pablo Castellano y Antonio Rodríguez (en el cómputo de éstas ha podido existir error).
UCD se niega a crear dos colegios profesionales
Previamente, el Pleno del Congreso rechazó la toma en consideración de otras dos proposiciones de ley socialistas sobre creación de los colegios oficiales de trabajadores sociales y de protésicos dentales. En defensa de la primera propuesta, el socialista Ciriaco de Vicente pidió al Gobierno coherencia con lo aprobado en el Pleno de la semana anterior sobre regulación de las asociaciones profesionales de los asistentes sociales.
En nombre del Gobierno, el centrista Faustino Muñoz consideró que la moción socialista aprobada no exigía la aceptación de la proposición de ley socialista. Sometida a votación, fue rechazada por 111 votos favorables, 140 en contra y dos abstenciones.
En la explicación de voto, Ciriaco de Vicente lamentó lo que denominó «faena de aliño» contra un importante colectivo de profesionales. La comunista Eulalia Vintro se refirió a la indefinición profesional dellos actuales asistentes sociales, y el socialista catalán Luis Puig recordó la petición de un colegio profesional por parte, de estos trabajadores sociales en Cataluña.
