La derecha portuguesa teme una reunificación de los "militares de abril"

La proximidad de un nuevo aniversario de la revolución de 1974, la cuestión de la eventual candidatura de militares a la presidencia de la República y los desacuerdos recientemente surgidos entre el Gobierno que preside Sa Cameiro y el Consejo de la Revolución ponen una vez más a las fuerzas armadas portuguesas en el primer plano de la actualidad.El general Eanes se refirió, en una ceremonia militar, a «los problemas muy concretos» que se plantean al «ejercicio de la función militar dentro de la sociedad portuguesa» y que atribuye en parte a una «cierta inclinación antimilitarista». Para Eanes, esta tendencia que existe en muchos países europeos se explica por la falta de «noción física del enemigo» en países que, como Portugal, no conocieron desde hace mucho enfrentamientos bélicos en su propio territorio.

Paralelamente se desarrollan procesos particulares, de evidente cariz político. Está, por ejemplo, en curso, con el apoyo de la prensa derechista, un movimiento tendente a llevar ante los tribunales portugueses, por alta traición, a presuntos responsables de la descolonización en Africa, entre los cuales figuran altas personalidades militares ligadas a la revolución portuguesa.

De ahí la importancia de las palabras de elogio pronunciadas por el general Eanes al otorgar la medalla de oro por servicios prestados al vicealmirante Leonel Cardoso, que fue hasta noviembre de 1975 el último alto comisario portugués en Angola.

Todo parece indicar que este año no habrá conmemoraciones oficiales del 125 de abril, a causa del veto opuesto por el Gobierno a la personalidad designada por el Consejo de la Revolución para presidir el acto.

Abundando en este conflicto entre el poder militar y el civil, la presidencia de la República portuguesa desmintió anoche la existencia de un «pacto de caballeros» entre el jefe del Estado, el general Eanes, y el primer ministro, Francisco Sa Carneiro, pacto que había sido anunciado por algunos periódicos.

Este divorcio entre la autoridad civil y el mando supremo militar sobre el sentido de las ceremonias del Día de la Libertad está generando en el medio castrense un malestar propicio a la división. Es poco probable que los oficiales y suboficiales que participaron en la sublevación militar de 1974 dejen pasar este nuevo aniversario sin celebrarlo. El peligro de reunificación de los «militares de abril» es advertido por algunos teóricos de la derecha. Este hecho explica la publicidad dada en la prensa de derechas a un artículo publicado en la revista del Estado Mayor de la Fuerza Aérea y tendente a demostrar que «los oficiales de abril» no existen, que no eran más que un «aglomerado de voluntades heterogéneas». Sin embargo, según la revista, el grupo de militares que protagonizaron el 25 de abril era portador de un programa nebuloso, pero contrario al de «las fuerzas políticas mejor organizadas». El artículo atribuye a las mismas fuerzas que manipularon el MFA en 1974-1975 para imponer la fuerza de la calle contra la fuerza de los votos los intentos de confundir ahora al pueblo, bajo la etiqueta de «militares de abril».