CCOO convoca una huelga de transporte público en Barcelona

Los trabajadores del transporte público de Barcelona -Metro y autobús- irán a la huelga el próximo 4 de marzo, en disconformidad con el convenio colectivo firmado entre la empresa y la central sindical UGT, y que ayer fue homologado por el departamento de Trabajo de la Generalidad.La iniciativa de ir a la huelga corresponde a la sección de CCOO en la empresa, central mayoritaria, la cual se ha pronunciado en contra de los términos del convenio firmado. CCOO considera que el citado convenio vulnera un anterior pacto entre empresa y trabajadores alcanzado el pasado mes de enero.

Siempre según CCOO, el nuevo convenio establece una reestructuración de las empresas inaceptable para los trabajadores, al tiempo que fija la revisión salarial en un 7,25%, en contra del 5% pactado en enero.

La convocatoria de la huelga ha causado cierta inquietud en los medios políticos municipales, dado que su celebración coincidirá con la campaña electoral al Parlamento catalán. Según fuentes del propio Ayuntamiento, el PSUC habría efectuado fuertes presiones sobre los dirigentes de CCOO del transporte público, en un intento de evitar la huelga.

El propio alcalde de Barcelona, Narcís Serra, manifestó ayer, en una conferencia de prensa, que había negociado con el teniente de alcalde del PSUC, José Miquel Abad, la redacción de un acta que se adjuntaría en el convenio y que matizaba la reestructuración y dejaba muy claro que la misma no se haría sin la participación de los trabajadores. A pesar de esta matización, CCOO siguió adelante con la convocatoria de la huelga.

El alcalde de Barcelona señaló ayer que el convenio seguiría adelante a pesar de CCOO. Según el alcalde, se trataba de un convenio que, por tratarse de una empresa pública, debía beneficiar tanto a los trabajadores como a los ciudadanos de Barcelona y que, por ello, «por una parte recoge un aumento salarial sustancioso, un 15,6%, y por otra, se reestructura para dar un mejor servicio a los usuarios, como una tendencia a la reducción de horas extraordinarias y movilidad entre las empresas de Metro y autobuses, que pueden contribuir a que el déficit previsto para 1980 en este sector se estabilice».