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El austriaco Stock, suplente al llegar a Lake Placid, oro en descenso

Leonard Stock, tirolés de veintiún años, suplente del equipo austríaco hasta que sus magníficas actuaciones en los entrenamientos le permitieron ocupar la plaza de Josef Walcher, campeón mundial de 1978, ganó el descenso olímpico de Lake Placid, a una velocidad media de más de 103 kilómetros por hora. Austria, que parecía en dificultades para repetir en la prueba reina del esquí alpino el triunfo de Franz Klammer en Imisbruck-76, logró un gran éxito al clasificarse Peter Wirnsberger en segundo lugar, a 62 centésimas de Stock. El español Francisco Fernández Ochoa, según lo esperado, o tal vez peor, quedó a más de cinco segundos del vencedor.

Canadá, tras la decepción de que su máximo favorito, Ken Read, cayó en los primeros tramos, muy complicados, sólo obtuvo el bronce, con Steve Podborski. La gran derrotada fue Suiza, con Peter Mueller, únicamente cuarto.La tradición de que ningún campeón olímpico de las tres pruebas de esquí alpino ha repetido triunfo en dos Juegos consecutivos a lo largo de la historia se confirmó ya antes de disputarse el descenso masculino, ayer. El austríaco Franz Klammer, vencedor en Inrisbruck-76 y gran figura de la velocidad durante varios años, pasó hace tiempo a un segundo plano y ni siquiera tuvo oportunidad de formar en el equipo de cuatro hombres de su país. Pero además, en esta ocasión también se confirmó la sorpresa, que tampoco suele faltar en este tipo de competiciones. Dentro de un grupo de esquiadores con similares posibilidades, el momento óptimo de alguno de ellos puede ser decisivo.

Leonard Stock, lesionado esta temporada en Val d'lsere, llegó a Lake Placid como suplente de los Wirrisberger, Weirather, Grissmann y Walcher. Sin embargo, sus tiempos en los entrenamientos non-stop, en uno de los cuales incluso superó el récord de la pista, inclinaron a los entrenadores austríacos a ponerle de titular, nada menos que en lugar del campeón mundial de 1978, Josef Walcher. Stock no los iba a defraudar. Sobre los 3.028 metros del recorrido, con 832 de desnivel, en una de las laderas de las White Face Mountains, el joven austríaco, con el dorsal de salida número nueve, aprovechó al máximo su mejor deslizamiento en un descenso difícil en los primeros tramos y suave después.

Tras el descenso del primer participante, el austríaco Harti Weirather, noveno al final, con un tiempo de 1-47-70 y un parcial de 1-14-70, el italiano Planck, dorsal número tres y medalla de bronce en Innsbruck-76, se colocó en cabeza, con 1-47-13 (1-14-36). La incógnita estribaba en quién de los restantes favoritos podría desbancarle. Defraudaron el soviético Makeev y el noruego Haker, que hubiese sido más peligroso a principios de temporada; el suizo BuergIer, salido en octavo lugar, y anticipo de la decepción helvética, fue el primero en caer. Los primeros metros del recorrido, con baja visibilidad y muy rápidos, iban a ser decisivos, como se esperaba. Leonard Stock, que sólo ha conseguido esta temporada un quinto lugar en el descenso del Lauberhorn, pasó con enorme fuerza y habilidad esos pasos difíciles, y ya en el tiempo parcial consiguió un magnífico tiempo de 1-13-43, casi un segundo menos que Planck, sexto al final. Deslizando aún mejor que el italiano, completó el tramo final en 32-07, por 32-37 de su rival. Sus 1-45-50 le suponían una velocidad media de 103,34 kilómetros por hora.

Esos momentos fueron ya los cruciales del oro olímpico, pues a continuación salieron el suizo Mueller, el canadiense Dave Murray, los austríacos Grissmann y Wirrisberger y los restantes canadienses: Read, Podborski e lrwin. Mueller, ganador en Val Gardena, acabaría perdiendo la medalla de bronce por trece centésimas ante Podborski, verdadero «salvador» de Canadá, pues Read, demasiado impetuoso, se fue fuera de la pista en uno de los difíciles primeros virajes, y tanto Irwin -undécimo-, no- recuperado de su tremenda caída en Werigen -repetida varias veces por RTVE-, como Murray -décimo-, fracasaron. Grissmann, para demostrar el poderío austríaco, fue el único, con Stock, que bajó de 1-14 en la primera parte del recorrido (1-13-87), pero se «perdió» al final en el séptimo lugar. Su compatriota Peter Wirrisberger, con veintiún años, como Stock, primero en Val d'lsere, Copa del Mundo, y segundo en el Lauberhorn, arrancó la medalla de plata, con 1-46-12 y un parcial de 1-14-03.

La sorpresa final corrió a cargo, sobre todo, del norteamericano Patterson, salido en el lugar veintitrés -su compatriota Anderson, dorsal 18, cosechó la caída más impresionante-, con 1-47-04 -1-14-98, parcial-, alcanzó un meritísimo quinto puesto. Su tramo final fue de los mejores. El joven soviético Tsyganov -diecinueve años-, por último -dorsal 19-1 «vengó» a Makeev, y con 1-47-34 (1-14-62), arañó la octava plaza.

Lamentablemente, y según lo esperado, o tal vez peor aún, Paquito Fernández Ochoa no bajó del puesto veinticinco -fue el veintisiete-, al hacer 1-50-69 -más de 1-17 en el tiempo parcial-. Salido con el dorsal 29, fue en ese instante el último clasificado -se clasificaron hasta 42, con varios retirados-, pues se habían producido las caídas de BuergIer, Read y Anderson.

Primer título soviético

En cuanto a los 30 kilómetros de fondo masculinos, la URSS, al conquistar el oro y la plata, con Zimyatov -1 hora 27-02-8, y algo más de veinte kilómetros por hora de media- y Rochev, respectivamente, demostró ya su supremacía sobre los países nórdicos. Para colmo, a favor del Este, un búlgaro, Lebanov, fue tercero.

En luge -trineos-, la primera jornada confirmó a medias el pronóstico, pues si el alemán democrático y campeón del mundo, Detlef Guenther, se colocó ya en cabeza, la soviética Vera Zozulia dominó a la favorita, también alemana democrática, Melitta Sollmann. Ayer, a última hora, se corrían las segundas mangas decisivas.

Por otro lado, en patinaje de velocidad femenino, 1.500 metros, se impuso la holandesa Annie Borckink.

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