Dos miembros de la Seguridad del Estado, posibles implicados en el Batallón Vasco Español

Dos presuntos implicados en actividades terroristas llevadas a cabo por el grupo al que pertenecían los dos miembros de Fuerza Nueva (FN) acusados del asesinato de la joven Yolanda González podrían pertenecer a algunos de los cuerpos de seguridad del Estado, según informaciones solventes.

Durante una comida política celebrada ayer en Madrid, un dirigente parlamentario de izquierdas aseguró que tenía referencias sobre la pertenencia, en tiempo pasado, de Emilio Hellín Moro a los servicios de información de Presidencia del Gobierno. Emilio Hellín, ingeniero electrónico, es uno de los dos acusados como autores materiales de la muerte de Yolanda González.En el diario El Alcázar de ayer se publicó un artículo titulado «Tres preguntas», firmado por Luis Jáudenes, en el que se pregunta: «¿Es cierto que, en relación con el asesinato de Yolanda González Martín, aparte de los dos miembros de Fuerza Nueva inculpados públicamente, hay otros dos implicados? ¿Es cierto que esos dos implicados, si los hay, detenidos o no, son miembros de servicios dependientes del Gobierno o relacionados con ellos? ¿Es cierto que uno de los miembros de Fuerza Nueva detenido por razón del asesinato de Yolanda González Martín fue, en su día, miembro del Servicio de Documentación de la Presidencia del Gobierno?» Luis Jáudenes fue director general de Relaciones Institucionales de Presidencia del Gobierno desde enero de 1974 a septiembre de 1976, siendo Carlos Arias Navarro presidente del Gobierno. El Servicio de Documentación de Presidencia del Gobierno, fundado por Carrero Blanco, albergó servicios policiales de carácter especial hasta su disolución. El 4 de noviembre de 1977 los servicios de inteligencia de Presidencia del Gobierno se transfirieron al Ministerio de Defensa.

A raíz de la información oficial sobre la detención de los presuntos autores materiales del asesinato de Yolanda González, fuentes seguras señalaron que la operación policial continuaba la búsqueda de posibles nuevos implicados (EL PAÍS, 12 de enero de 1980). Las mismas fuentes confirman que a la operación policial de captura de presuntos implicados en actividades del autodenominado Batallón Vasco Español -que reivindicó, entre otras acciones, la muerte de Yolanda González- habían escapado dos personas. Estos dos sospechosos, según diversas fuentes oficiosas, pertenecían a cuerpos de seguridad del Estado, concretamente a la Guardia Civil y a la Policía Nacional.

El gobernador civil de Madrid, Juan José Rosón, a las diez y media de la noche de ayer, manifestó a este periódico que «todo lo que salga de la investigación se va a decir, pero en torno a otras implicaciones no puedo decir nada, ya que podría entorpecer los trabajos policiales». El señor Rosón fue tajante en cuanto a los autores del asesinato de Yolanda González: «En otras cosas puede haber intervenido más gente, pero policialmente está claro que los autores materiales de esa muerte son los dos miembros de Fuerza Nueva detenidos.»

En cuanto a las tres preguntas publicadas por El Alcázar y recogidas más arriba, Juan José Rosón dijo: «Me parece muy interesante la información que Luis Jáudenes puede facilitar. Tanto, que esta tarde cursé orden a la policía para que lo cite a fin de que aporte, y confío que lo haga desde su indudable moral ciudadana, todos los datos que, al parecer, posee y que pueden complementar la información que la policía está realizando. »

Por otra parte, algunos militares consultados por EL PAÍS aseguran que en el arsenal aparecido en fotografías de prensa como intervenido en esta operación hay armas que son reglamentarias en el Ejército.

Uno de los asesinatos en que el autor y el cómplice mostraban luna estrecha relación con Fuerza Nueva (FN) y servicios de seguridad e inteligencia, fue la muerte de Arturo Ruiz, el 23 de enero de 1977, en la madrileña calle de la Estrella, durante una manifestación proamnistía. A los dos días fue detenido Jorge Cesarki, como presunto implicado, condenado posteriormente a seis meses de privación de libertad. Cesarki se refugio en unas dependencias policiales de los servicios de informacíón de la calle de Rey Francisco, donde lo condujo un taxi el día del asesinato. Un mes más tarde, la Jefatura Superior de Policía de Madrid acusó como presunto autor material del asesinato a Ignacio Fernández Guaza.

Cesarki asistió a numerosos actos públicos de FN y Fernández Guaza aparecíajunto a Blas Piñar en una fotografía publicada por la revista Fuerza Nueva el 20 de noviembre de 1976. Ignacio Fernández Guazá, que está en rebeldía, probablemente en Argentina, solía viajar con frecuencia al País Vasco y se había declarado miembro del Servicio de Información de la Guardia Civil. En su huida, Fernández Guaza entregó quince mil pesetas a un guardia civil de Guernica. Según la revista Cuadernos para el diálogo, el guardia civil reconoció haber recibido dicha cantidad, en concepto de devolución de un préstamo.