Falsa alarma de un nuevo asesinato ultraderechista en Madrid
El autodenominado Batallón Vasco Español hizo llegar, a las 12.10 horas de ayer, un comunicado al diario vasco Egin, en el que reivindicaba el interrogatorio y ejecución de María del Carmen Berruego Pérez, «integrante de un comando de información de ETA militar». El comunicado aseguraba que el cadáver de esta chica, estudiante y vecina del barrio bilbaíno de Deusto, podría ser encontrado en la calle de Sainz de Baranda, de Madrid, piso quinto, al tiempo que se relacionaba su ejecución con el asesinato de Yolanda González, ocurrido el pasado sábado en Madrid, «en respuesta al atentado de Lequeitio, en el que murieron seis guardias civiles».Pocos minutos después, la policía desmentía que María del Carmen Berruego hubiera sido asesinada, aseguraba que se encontraba en buenas condiciones físicas y bajo protección policial para evitar « posibles acciones violentas contra ella».
Inmediatamente después de recibido el comunicado, la policía desplegó fuerzas en torno al número 20 de la calle de Sainz de Baranda y se estableció un silencio total en torno a la identidad de María del Carmen Berruego. Fuentes del Gobierno Civil de Madrid aseguraron a EL PAIS que el comunicado era «una broma siniestra», aunque se negaron a facilitar datos en torno al lugar en que se encontraba la chica. «No tiene ningún tipo de relación con organización política alguna ni tampoco con Yolanda González, asesinada el pasado sábado.» Estos extremos fueron confirmados a EL PAIS por miembros del Partido Socialista de los Trabajadores, por la Coordinadora de Enseñanza y por el Centro de Formación Profesional de Vallecas, lugar en el que estudiaba Yolanda González, y cuyo director, Rodrigo Rial, afirmó que el nombre de esta chica no se encontraba entre los de los alumnos del centro.
Las actuaciones de grupos ultraderechistas en Madrid han producido un clima de nerviosismo e inseguridad, que el pasado sábado llevó a la Coordinadora de Enseñanza a denunciar la desaparición de Carlos Padua, perteneciente a la misma y, al parecer, amenazado de muerte. Carlos Padua fue localizado a salvo el domingo y manifestó que había permanecido oculto por propia voluntad, ya que había sido objeto de amenazas de muerte por parte del Batallón Vasco Español.
Por otra parte, algunos de los compañeros de piso de Yolanda González, que fueron interrogados por la policía y posteriormente puestos en libertad, no están localizables y han abandonado Madrid.
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