Entierro sin incidentes de dos de los guardias civiles asesinados el viernes
La extrema derecha no pudo capitalizar el entierro del guardia civil José Martínez Pérez, asesinado el pasado viernes en Lequeito (Vizcaya). El entierro se celebró en la mañana del domingo en la localidad de Oria (Almería), de donde era natural el guardia civil asesinado, y al mismo asistieron más de 3.000 personas, entre las que se encontraban los gobernadores civil y militar de Almería, altos mandos de la Guardia Civil y varios centenares de compañeros de la víctima.A lo largo de las dos horas que duró la ceremonia religiosa y el traslado del cadáver al cementerio, el silencio fue la nota predominante. Sólo al acabar la misa un grupo de unas veinte personas cantaron el Cara al Sol y permanecieron con el brazo en alto, dando a continuación diversos gritos, como «Viva España». «Viva la Guardia Civil». «Franco, Franco». «Suárez, traidor» Y «Ejército al poder». Los miles de personas que se encontraban en la plaza permanecieron al margen de este incidente y sólo corearon los dos primeros gritos.
Sepelio en Zamora
El domingo por la mañana se celebró, en el cementerio municipal de Fermoselle (Zamora), el sepelio del guardia civil Rafael Díez Marcos, asesinado el pasado día 1 en Lequeitio (Vizcaya) junto con otros cinco compañeros.El cadáver de Rafael Diez llegó en la tarde del sábado al domicilio paterno, en Fermoselle, y fue velado durante toda la noche por familiares y vecinos de esta localidad. A las once de la mañana tuvo lugar en la iglesia parroquial una solemne misa de funeral, oficiada por el cura párroco, que presidió el general de la Guardia Civil de la zona, gobernador civil de la provincia, teniente coronel jefe de la Comandancia de Zamora y delegados de los distintos ministerios de la provincia.
Terminada la misa, el ataúd, a hombros de sus compañeros, fue trasladado al camposanto, donde recibió cristiana sepultura. sin que se produjeran incidentes.
