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Iberia reclama a la Boeing 5.000 millones de pesetas

La presentación por Iberia de una demanda civil contra la compañía aeronáutica norteamericana Boeing Co., principal fabricante de aparatos comerciales del mundo, provocó ayer una convulsión en medios aeronáuticos y económicos, donde sorprendió no sólo la decisión de la compañía aérea española, sino el hecho de que ésta reclame un total mínimo de 72 millones de dólares (5.000 millones de pesetas) como compensación por los daños y perjuicios (entre otros conceptos) causados por el pago de comisiones en un contrato de venta de aviones.

Una copia de la demanda, obtenida ayer por EL PAIS, permite deducir que Iberia considera fraude, ocultación fraudulenta y violación de la ley Sherman (relativa a la monopolización del mercado) el hecho de que Boeing pagara, a espaldas de la empresa española, y en violación de un acuerdo escrito con ella, más de 3,5 millones de dólares a la empresa de consulting Tecriavia Ibérica, SA, a su principal accionista, Fulgencio Amador Moreno, familia de éste y socios, con ocasión de la compra por Iberia, en 1971, de 29 aparatos 727 fabricados por la compañía norteamericana.La demanda fue presentada el lunes pasado ante un tribunal federal de Washington DC y contiene cuatro causas de acción perfectamente diferenciadas contra la Boeing Co. Las dos primeras se refieren a un supuesto delito de fraude cometido por Boeing; la tercera, a otro de incumplimiento de contrato y ocultación fraudulenta, y la cuarta, a la supuesta violación de la ley Sherman.

Por las cuatro causas de acción, la compañía española reclama a Boeing el pago de 72 millones de dólares como compensación, daños y perjuicios y devolución del exceso de intereses o las comisiones pagadas con motivo del citado contrato. A la vez, Iberia acusa a Boeing de «manipulación fraudulenta» de los documentos que la empresa norteamericana presentó ante el Banco de Importación y Exportación (Exinbank) de Estados Unidos y que, junto a los presentados por parte española, permitieron que Iberia pudiera obtener tres créditos de dicho banco, por importe de más de cien millones de dólares, para la financiación de la compra de los veintinueve aparatos 727. El precio total de compra de estos aviones fue de 231.142.245 dólares.

En la demanda, Iberia señala que, a partir de octubre de 1979, y como consecuencia de un informe de Boeing a sus accionistas (cuya publicación fue forzada por la Securities and Exchange Commission norteamericana), tuvo los primeros indicios que le permitieron comprobar el aparente pago de comisiones por parte de Boeing a «Fulgencio Amador Moreno, familia y socios» con motivo de la venta de los aparatos citados. El pago de las comisiones (más de 3,5 millones de dólares) se realizó a través de una cuenta en el First National City Bank, de la avenida Park, de Nueva York, dinero que luego fue transferido a cuentas en bancos suizos y a otros lugares.

Ayer, la compañía norteamericana reaccionó con sorpresa ante la presentación de la demanda por parte de Iberia y se hizo eco además de la convulsión mundial que la misma ha producido en círculos aeronáuticos. En este sentido, esta es la segunda vez que una compañía aérea nacional demanda a la Boeing por el pago de supuestas comisiones a diversas personas dentro de un contrato de compra-venta de aviones. Hace aproximadamente un año, la compañía paquistaní PIA demandó, en un caso parecido, a la Boeing por la vinculación de la compañía aérea con el escándalo de soborno que sacudió, hace tres años, a la empresa norteamericana.

Un portavoz de Boeing declaró que la presentación de esta demanda debe tratarse «sin ninguna duda de un malentendido» entre la compañía Iberia y Boeing, ya que esta última considera a la empresa española como «un cliente muy valioso» y digno de toda confianza. No obstante, la empresa norteamericana indicó que responderá a la demanda cuando sus abogados hayan estudiado el texto de la misma, aunque, en principio, considera que «tiene muy buenas defensas para el caso».

Una reacción muy similar pudo registrarse en medios cercanos a la empresa de consulting Tecnavia Ibérica, SA, mencionada en la demanda, junto a su director y accionista mayoritario, Fulgencio Amador Moreno, como receptora de la comisión de 3,5 millones de dólares. Hasta ayer, y pese a que un portavoz de Boeing declaró que «este tema está muy confuso», Tecriavia Ibérica, SA, se consideraba todavía agente consultor de la empresa norteamericana.

En medios aeronáuticos consultados, la demanda presentada por Iberia contra Boeing en los tribunales norteamericanos se considera un acto sin precedentes en el llamado escándalo de los sobornos de la empresa aeronáutica norteamericana. En este sentido, algunos expertos consideran que, por lo menos, media docena de empresas aéreas de diferentes países podían seguir el ejemplo marcado por Iberia, al verse afectadas también por el supuesto pago de comisiones en las ventas de aviones Boeing. Entre ellas se citan las compañías nacionales de Arabía Saudí, Argentina, Grecia, Canadá, Venezuela, India y otros países, también adquirientes de aviones Boeing y víctimas aparentes del pago de comisiones.

No obstante, medios aeronáuticos admitían ayer su enorme confusión por la presentación y significado de la demanda de Iberia, sobre todo si se tiene en cuenta que los primeros indicios de pago de estas comisiones se encuentran en documentos cuya fecha de publicación en la prensa se remonta a 1977. Una de las consecuencias del brusco giro que el caso de las comisiones de Boeing ha tenido en los últimos días ha sido el sobreseimiento de tres demandas judiciales pendientes contra la revista Cambio 16, que hace tres años publicó una serie de artículos en los que se hablaba de la existencia de supuestos pagos en concepto de comisiones en las transacciones de Iberia con la Boeing.

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