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Policías y obreros agrícolas, heridos en un enfrentamiento en Sevilla

Un capitán y dos agentes de la Policía Nacional y dos trabajadores del campo resultaron heridos de escasa gravedad en el transcurso de los incidentes producidos en esta capital cuando más de mil obreros agrícolas (2.000 según los convocantes), procedentes de diversos pueblos de la provincia, trataron de concentrarse ante el edificio del Gobierno Civil, en la tercera y última jornada de lucha organizada por las centrales sindicales Comisiones Obreras y UGT para protestar por el paro rural. El jueves, otro trabajador había sido herido por disparos de la Policía Nacional en la localidad de Ecija.Los trabajadores se habían ido concentrando a lo largo de la mañana en cuatro puntos distintos de la ciudad, desde donde marcha ron hacia el Gobierno Civil profi riendo gritos de «Trabajo sí, paro no», «Suárez, el paro te va a costar muy caro», «UCD, te quedas con el parné», y otros en demanda de una reforma agraria para Andalucía. En uno de los grupos iba la vicepresidenta de la, Diputación Provincial, Amparo Rubiales, de notándose asimismo la presencia de numerosos alcaldes y concejales socialistas y comunistas. La entrada al parque de María Luisa fue impedida por un fuerte contingente de la Policía Nacional, equipado con material antidisturbios y algunas unidades a caballo. Tras las advertencias de rigor, la fuerza pública cargó contra los manifestantes, algunos de los cuales respondieron con el lanzamiento de piedras. Como consecuencia de estos enfrentamientos, resultaron heridos un capitán de la Policía Nacional (él mismo detuvo a su agresor, aunque comentó a los informadores que no pensaba presentar querella), dos números y los trabajadores Evelia Rodríguez y Miguel Carmona, de Carrión de los Céspedes y Alcolea del Río, respectivamente, y afiliados a CCOO.

Después de varios minutos de extremada tensión, en los que la situación parecía que iba a dege nerar en una batalla campal, el go bernador civil, Luis Fernández, aceptó conceder autorización para que los manifestantes permanecie sen durante media hora delante de su residencia oficial. Los trabaja dores realizaron en dicho lugar una sentada, que superó la media hora prevista, y en la que oyeron y aplaudieron sendos discursos de los secretarios provinciales de Co misiones Obreras del Campo, José Gutiérrez, y de la Federación de Trabajadores de la Tierra (UGT), Julián Chías.

Ultraderechistas al acecho

Más tarde, una comisión trató de entrevistarse con el gobernador civil, negándose éste a recibirla mientras continuase la manifestación. Los organizadores se interesaban por la situación de varios detenidos (al parecer, fueron cuatro), a lo que el gobernador, siempre por medio de su secretario particular, replicaba que a comisaría no había llegado ninguno y que, en todo caso, serían puestos en libertad dentro del plazo legal y una vez delimitadas las responsabilidades. Un grupo de «mirones» de ultraderecha, que escondían objetos puntiagudos bajo sus abrigos, fueron disueltos por la fuerza pública, advertida por los manifestantes, marchando finalmente éstos por el centro de la ciudad, ya en menor número.

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