Otro gallego, al frente del Consejo Superior de Deportes
Jesús Hermida es, desde ayer, nuevo director del Consejo Superior de Deportes. Su nombramiento fue aprobado por el Consejo de Ministros y recibió la noticia en casa de un amigo, a las ocho de la tarde. El lunes tomará posesión de su cargo oficialmente, sucediendo a Benito Castejón, gallego, como él. Se puede decir que a sus 43 años ha llegado al máximo puesto del CSD por escalafón. Siempre ha estado vinculado al deporte, y su definición puede ser la de un teórico-práctico del deporte.A la piscina de un club privado suele acudir Jesús Hermida para satisfacer sus inquietudes deportivas. También corre algo, en nostalgia a aquellos años en que se codeaba con la élite nacional en busca de lograr hacer los cien metros en menos de once segundos. Nació en Santiago de Compostela, está soltero y es abogado e ingeniero agrónomo. Fue jefe nacional de deportes del SEU durante cinco años, a caballo entre las décadas de los cincuenta y los sesenta, y posteriormente pasó a ser funcionario de la Delegación Nacional de Deportes. Actualmente se siente vinculado a UCD.
En la antigua Delegación Nacional de Deportes compartió en muchas ocasiones la política deportiva que se seguía: en otras, no, y quiso que su opinión fuese escuchada. Ahora tiene bajo su poder el deporte, en el que distingue tres facetas, según sea recreativo, formativo o cultural. Su máximo deseo ahora es lograr que cordialidad y deporte caminen parejos: «Debemos lograr este entente, y quiero iniciar, tras unos reajustes obligados, una política todo lo abierta y objetiva que pueda ser. El deporte español necesita de un gran entendimiento.»
Jesús Hermida llega al Consejo Superior de Deportes en un momento crítico. Existe la amenaza de un boicot olímpico: «En este tema no quiero ser concreto, porque existen unas implicaciones que hay que analizar desde muchos puntos de vista. Política y deporte no deben mezclarse. pero yo solo no puedo tomar una decisión porque, entre otras cosas, hay un Comité Olímpico Español.» Hermida era precisamente, al menos hasta ayer, el secretario técnico de este organismo.
Sobre las auditorías que investigaron las cuentas de algunas federaciones nacionales, Hermida tampoco quiere profundizar: «Aún no he tomado contacto con ciertos temas que requieren un análisis y, por tanto, no quiero opinar.» Sí, en cambio, reconoce las autonomías, «porque las recoge la propia Constitución y la ley del Deporte, que una vez aprobada por el Senado habrá que poner en marcha».
El prisma que tiene sobre el deporte Jesús Hermida es amplio. Quiere apoyar ese movimiento de deporte popular surgido hace unos años, «pero no sólo el que supone un recreo, una ocupación del tiempo libre, el de masas, el que se llama deporte para todos, porque está también el deporte escolar, el rural, el que se practica en las empresas, en las fábricas o en la universidad. Luego está el deporte formativo, el que supone una cultura física, y el de competición, que a su vez admite unas subdivisiones».
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