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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La temprana mala fama

Los padres del niño de treinta meses José Luis Gallego Pascual, que se cría en la hermosa villa de Hoyo de Pinares (Avila), estamos «agradecidísimos» a la prensa nacional.Periódicos tan prestigiosos como Ya o EL PAÍS, y revistas de gran tirada, como Diez Minutos, han descubierto en nuestro pequeño hijo de treinta meses al más precoz criminal de la nación. Según la prensa, nuestro hijo, en unión de otro pequeñuelo de siete años, perpetraron el más atroz intento de asesinato contra un niño, vecino suyo, de cinco meses de edad.

La prensa, como un «servicio a la verdad», ha lanzado a nuestro hijo a la fama, a la gloriosa mala fama del crimen. ¡Gracias, querida prensa, gracias!

Estábamos acostumbrados a que se silenciaran los nombres de los delincuentes menores de edad. En nuestro caso, no han tenido ni esa delicadeza. Han aireado el nombre y los dos apellidos de nuestro hijo, que no es un delincuente, que no ha cometido ningún crimen, que ni siquiera es probable que haya entrado en la casa del pequeñín, que fue -¿por quién?- leve y ligeramente herido.

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Os habéis hecho caso, comoo si fuera un dogma de fe y sin «cribar» la noticia, de la incongruente, incompetente, absurda información que os mandó uno cualquiera de vuestros más indignos representantes, de cualquier alevín de periodista a quien haríais bien en expulsar de vuestro gremio, de cualquier aborto provinciano, ignorante y sensacionalista, que aspira a «malinformador».

Por todo ello, gracias, gracias, querida prensa. ¿Cumplís así siempre con vuestro deber? ¿Podremos creeros alguna vez?

Pero, de cualquier forma, el daño que habéis hecho a nuestro hijo ya está hecho. ¿Que es pequeñín? Pues, ¡por eso, por eso! Ese ha sido vuestro crimen. Por vosotros sabemos que estamos criando en nuestra casa no a un ciudadano, sino a un monstruo.

Gracias, querida prensa, y ¡ojalá tuviérais conciencia! No haremos querella judicial. ¿Para qué?

(padres del niño)

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