_
_
_
_

El disidente soviético Andrei Sajarov, deportado al interior de la URSS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Andrei Sajarov, premio Nobel de la Paz y líder del movimiento de derechos humanos en la URSS, ha sido confinado en la ciudad de Gorki, a cuatrocientos kilómetros de Moscú, después de ser detenido junto a su casa y, desposeído de todos sus títulos oficiales.La noticia de la deportación fue facilitada a la agencia de prensa sueca TT por la suegra del eminente físico, Ruth Bonner, quien afirmó que Sajarov lue trasladado a Gorki por vía aérea desde el pequeño aeropuerto de Domodovo.

El creador del Comité de Defensa de los Derechos Humanos en la URSS aseguró a su familia, antes de la partida, que «era deportado para evitar su contacto con la prensa occidental».

Precisamente una persona que dijo pertenecer a la milicia informó ayer a los corresponsales occidentales sobre la detención de Sajarov y su esposa, también activista de los derechos humanos. Los periodistas no pudieron entrar en el domicilio de la familia en Moscú, y el diario oficial Izvestia y la agencia Tass publicaron sendos despachos acusando al premio Nobel de cometer «actos subversivos contra el Estado soviético».

Al principio se pensó en la posibilidad de una expulsión al estilo de Soljenitsin, pero las noticias tanto de medios diplomáticos como de disidentes exiliados se referían a la detención como una pensada medida de presión soviética ante las amenazas norteamericanas de embargo de trigo y de boicot a los Juegos Olímpicos, dado el prestigio internacional de Sajarov y el apoyo personal del presidente Carter.

Página 2

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_