La relación
con la policía nipona no fue fácil para Paul McCartney, ex beatle detenido en Japón como supuesto traficante de drogas. Estuvo sometido a interrogatorio en Tokio durante seis horas. La suya, sin embargo, no fue una soledad total, porque, aparte de compartirla con los agentes que le preguntaban, un amplio grupo de fans suyos, que obligaron a los policías a refugiarse en el edificio en que estaba detenido el cantante, vitorearon a éste desde la calle. No está claro aún si el detenido será puesto a disposición de los tribunales o deportado una vez terminados los interrogatorios. Si es procesado y hallado culpable puede ser condenado a siete años de cárcel. De momento, la gira que esperaba hacer en Japón con su grupo musical, Wings, ha sido cancelada.
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