La remodelación refuerza el control directo de Adolfo Suárez sobre su Gabinete

La consolidación de José Pedro Pérez Llorca como único cordón umbilical oficial entre el Gobierno y el Parlamento, la dedicación de Rafael Arias-Salgado en exclusiva a la política UCD, y la asunción por la Secretaría de Estado para la Información, de la que es titular Josep Meliá, de las competencias sobre RTVE, son interpretadas en los medios políticos como un reforzamiento del control directo de Adolfo Suárez sobre la acción de su Gabinete, al tiempo que suponen una mayor racionalización de cometidos. En esta misma línea se considera la designación como nuevo ministro de Cultura de Ricardo de la Cierva, quien hoy tomará posesión de su cargo.

Ricardo de la Cierva jurará su cargo ante el Rey, tras la publicación de su nombramiento en el Bolelín Oficial del Estado, y antes de que se inicie la reunión del Consejo de Ministros, a la que asistirá por primera vez el nuevo ministro de Cultura. Algunos indicios apuntan a un posible retorno al Ministerio de Cultura de algunos de los componentes del equipo de Pío Cabanillas cuando éste fue ministro de Información y Turismo, en 1974, en el Gobierno Arias. A aquel equipo perteneció el propio Ricardo de la Cierva como director general de Cultura Popular, quien, sin embargo, no fue incorporado por Pío Cabanillas al Ministerio de Cultura cuando ocupó este cargo en el primer Gobierno Suárez tras las elecciones de 1977.Solución al "duelo" Pérez Llorca-Arias Salgado

La sustitución de Manuel Clavero al frente del Ministerio de Cultura, a consecuencia de la marejada producida dentro de UCD por el giro centrista a la política autonómica, ha sido aprovechado por el presidente Suárez para realizar casi simultáneamente las mínimas remodelaciones dentro de su Gabinete, que, según fuentes gubernamentales solventes, no desencadenarán por el momento nuevos cambios en el Gobierno.

Particular importancia política se atribuye en fuentes centristas al trasvase de competencias entre Rafael Arias Salgado y José Pedro Pérez Llorca, dada la conocida pugna entre ambos dirigentes de UCD. En los últimos tiempos, el creciente protagonismo de Pérez Llorca dentro del Gobierno Suárez había inducido a algunos sectores de opinión a pronosticar la caída en desgracia de Arias Salgado y su posible salida del Gabinete. La solución adoptada por Adolfo Suárez, al transferir al ministro de la Presidencia las competencias hasta ahora desempeñadas por el ministro de Relaciones con las Cortes, abonan aparentemente esta tesis, aunque suavizando la caída de Arias Salgado.

Sin embargo, altas fuentes de UCD indicaron a EL PAIS que el significado último de este traslado de competencias responde al deseo de Adolfo Suárez de obtener el máximo rendimiento de ambos. ministerios, de cuyas respectivas colaboraciones no desea prescindir evitando al mismo tiempo que la confluencia de cometidos sea el origen de nuevos roces entre uno y otro. Las mismas fuentes señalaron que Pérez-Llorca personifica como nadie la voluntad legislativa del Gobierno Suárez y que la solución decidida consolida la natural hegemonía del Ministerio de la Presidencia -coordinador de la iniciativa legislativa de todo el Gabinete y responsable máximo del desarrollo constitucional- en las relaciones del Gobierno con las Cámaras.

Asimismo, el descargo de estas relaciones. hasta ahora atribuidad a Rafael Arias Salgado y en gran medida compartidas con Pérez Llorca, permite al secretario general de UCD, sin romper su vinculación al Gabinete ni a su presidencia en los Consejos de Ministros, una dedicación más intensiva a los problemas del partido, así como a las relaciones con otros partidos y a la coordinación entre el Gobierno y UCD. Según informaciones recogidas por Europa Press, Arias-Salgado será además una especie de embajador de Suárez ante las diversas regiones y comunidades autónomas lo que de confirmarse podría originar ciertas duplicaciones de funciones con el Ministerio de Administración Territorial. que continúa ocupando Antonio Eontán.

La asunción por parte de la Secretaría de Estado para la Información de las competencias administrativas que hasta ahora correspondían al Ministerio de Cultura sobre RTVE y los demás medios de comunicación social del Estado significa una clarificación política de la real dependencia de estos medios, y particularmente de la poderosa televisión estatal. Cabe recordar que la Secretaría de Estado para la Información depende directamente del presidente del Gobierno, por lo que la responsabilidad sobre la orientación de la prensa, radio y, sobre todo, televisión estatal, va a ser más directamente competencia de Adolfo Suárez. En el caso de la RTVE, la trascendencia de este hecho será la vinculación del jefe del Gobierno a la nueva etapa de este ente público, una vez puesto en marcha el Estatuto. de RTVE, que entrará en vigor a principios de febrero.

Por otra parte, la medida adoptada deshace los rumores sobre una posible promoción de Josep Meliá a ministro, carente de sentido a la vista de la acumulación de poder concentrado en su actual cargo.