Mayoral: "La Federación debe sancionar las declaraciones de Casaus"
La polémica arbitral desatada nuevamente por el Barcelona coloca en difícil tesitura a un colegiado castellano, Mayoral Cedenilla, designado para pisar él Nou Camp el próximo domingo. Mayoral es consciente de que las declaraciones del vicepresidente azulgrana, señor Casaus, son «lamentabies, una barbaridad. Supongo que la Federación aplicará la circular prevista para castigar este tipo de declaraciones. Debe hacerlo, aunque no entiendo mucho, estas reacciones. A mí, el Barcelona me felicitó con gran corrección estas Navidades».
Al margen, del evidente optimismo que desprende la frase del castigo, Mayoral se expresó durante la conversación con EL PAIS en un tono mesurado, prudente y tranquilo. «Quizá este hombre -Casaus- lo dijo todo en un momento exaltado. ¿Un día después del partido? Bien, el fútbol es sorprendente en todos sus aspectos. Pero ya puede imaginarse lo que pienso. Es todo lamentable, una barbaridad. Están acabando con el fútbol. Si lo, que quieren es que cada domingo gane el equipo de casa, puesadelante.»En teoría, Mayoral no parece que vaya a encontrarse,con problemas en el Nou Camp. El Barcelona jugará con un rival asequible a sus limitadas posibilidades deportivas de esta tempora, el Almería. Al respecto, tiene una curiosa teoría. «Pero no sólo para este encuentro, es desde hace tiempo. Siempre rezo para que un equipo marque pronto dos o tres goles, el de casa o el de fuera, me da igual. Todo suele transcurrir luego con mayor normalidad.»
El hecho de que Casaus utilice en sus ataques al estamento arbitral el supuesto anticatalanismo desde el centro, tampoco preocupa a Mayoral. Aunque él es un árbitro castellano, de Madrid. «Es que apañados íbamos a ir todos si se mezclaran malintencionadamente estos conceptos. Si alguna vez arbitro a un equipo de Estados Unidos, por ejemplo, no puedo estar pensando en que mis decisiones pueden «hundir» a varios millones de americanos. Es ridículo.»
El árbitro castellano -empleado administrativo.de una empresa de construcción, casado y con un hijo- no tiene tampoco mayores problemas para expresar con cierta libertad su opinión. Sin embargo, existe un precedente negativo- con unas declaraciones, del árbitro navarro Condó Uríz, también moderadas, aunque molestaron a Núñez. por las que se le prohibió dirigir un encuentro, precisamente al Barcelona, en Gijón. Es la curiosa manera de entender las soluciones por parte de los estamentos oficiales del fútbol español. «Es que el problerna arbitral ya viene desde hace tiempo. No estamos unidos y, sí, es posible también que no estemos defendidos como sería de desear. Y hay parte de culpa en nosotros, los árbitros. Si en el momento en que se le quita un partido de forma tan poco convincente a un compañero, todos los demás nos negásemos a arbitrar, seguro que podrían comenzar a arreglarse muchas cosas.»
Tampoco entiende Mayoral la lógica utilizada por los rectores azulgranas. «Es que Núñez, primero, dijo, en una reunion, que los árbitros favorecían al Madrid, y hace poco el propio Núñez le envió una, carta a Jacinto de Sosa en la que aseguraba no tener nada contra los árbitros. Y ahora, sin embargo, hablan de campaña orquestada. No lo entiendp, no sé qué pensar. A mí, en concreto, el Barcelona me mandó una muy correcta felicitación de Navidad ,este año. Y, además, me, hace mucha ilusión dirigir por primera vez un partido a un club de la categoría del Barcelona.»
Mayoral no pertenece a la ANAFE. «No estoy aún afiliado, aunque sigo de cerca el tema. Simplemente quiero que se me aclaren algunos puntos, pero en el fondo creo que es la solución. La asociación es buena. ¿Plaza en contra?, es una opinión válida, aunque yo sugeriría una reunión de todos los árbitros para estudiar el tema, los pros y contras. Hace falta unidad. Lo que pasa es que se mira más el egoísmo personal que el interés colectivo. Si fuera al contrario, se tendría fuerza y se castigaría al directivo, del club que sea, por manifestaciones de este tipo. Y tampoco los jugadores se expresarían de la forma que lo hacen.»
«Es triste escuchar, un domingo sí y otro también, a jugadores que dicen con el mayor descaro que este o aquel árbitro nos ha robado el partido. Si nosotros actuásemos de la misma forma, muchos de estos futbolistas tendrían que callar. Podríamos comentar, por, ejemplo, torpezas, fallos o desaciertos en el partido que han jugado. En el fútbol hay tres cosas vitales: el jugador, el balón y el árbitro. Y yo pregunto, si los árbitros no pitamos, ¿qué pasa? Y si nos dedicásemos también a atacar a directivos o jugadores, alguno podría ponerse colorado.»
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