Decapitados 63 asaltantes de La Meca

Sesenta y tres miembros del grupo de «renegados» que asaltó, el día 20 de noviembre último, la Gran Mezquita de La Meca fueron ejecutados ayer en Arabia Saudí, según informa un comunicado del Ministerio del Interior saudí.La orden de ejecución -por decapitación - fue tomada el lunes por el rey Jaled tras mantener una fatwa (reunión de consulta) con los ulemas (doctores de la ley coránica). Tras el ataque de la mezquita de La Meca, que las fuerzas de orden saudíes tardaron dos semanas en recuperar, las autoridades saudíes hicieron 170 prisioneros «rebeldes». Con anterioridad, 75 «rebeldes» habían perecido en los enfrentamientos.

«Las personas decapitadas», señala. el comunicado, «son las que habían asumido el mando del ataque a la mezquita, introducido armas en el recinto del santo lugar y derramado la sangre de los musulmanes inocentes. Sus cómplices», añade, «que no han participado directamente en el ataque, serán condenados a dos años de cárcel. Por lo que a los niños se refiere», concluye el comunicado, «serán ingresados en centros de reeducación.»

Entre los 63 «renegados» que han sido decapitados ayer en ocho ciudades del reino figuran, además de los saudíes, diez ciudadanos egipcios, cinco suryemenitas, un noryemenita, tres kuwaitíes y un iraquí. Quince «rebeldes» han sido ejecutados en La Meca, y diez en Riad. Los demás han sido decapitados en las ciudades de Medina, Damman, Brieh, Hayel, Tobok y Abha. Desde la fundación del reino, hace 48 años, jamás se había producido un caso de ejecuciones en masa.

Por otra parte, el príncipe heredero saudí, Fahd Ben Abdel Aziz, anunció la próxima designación de un consejo consultivo en Arabia Saudí.

«En un plazo de dos meses un consejo consultivo será designado en Arabia Saudí, y su misión consistirá en elaborar una ley fundamental que equivaldrá a una Constitución del reino saudí», declaró el «número dos» saudí.

El reino wahabita, que aplica estrictamente la ortodoxia en el terreno religioso, no dispone de ninguna constitución escrita. El Corán constituye la única fuente de derecho en Arabia Saudí, primer país exportador de petroleo en el mundo.

El príncipe heredero reafirmó, por otra parte, en la entrevista, la «oposición categórica» del reino wahabita al establecimiento de bases norteamericanas en el territorio saudí o la concesión de «facilidades militares». Las declaraciones del «número dos» saudí fueron hechas antes de la intervención soviética en Afganistán, tras la cual Riad decidió boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú.