Control de los sindicatos italianos en las huelgas de servicios públicos
De ahora en adelante en Italia los trabajadores; que pertenecen a los servicios públicos esenciales, como hospitales, ferrocarriles, transportes, bomberos, correos, etcétera, no podrán organizar huelgas sin avisar a las estructuras unitarias territoriales de los sindicatos.
Ayer fue aprobada con un voto contrario y dos abstenciones una «autorreglamentación» de las huelgas, por parte de las tres grandes centrales sindicales: CISL, CGIL y UIL, que agrupan el 95% de los trabajadores. Fundamentalmente esta autorreglamentación se ha hecho para evitar «leyes» contra la huelga en los servicios públicos, como había amenazado varias veces el Gobierno ante el aumento de este tipo de conflictos en diversos sectores de interés público, llegando a veces a. paralizar buena parte del país. Estas huelgas estaban creando un cierto malestar en la opinión pública y podían acabar siendo contraproducentes para los mismos trabajadores.
Dar tiempo al Estado
Con estas nuevas normas no se quita la libertad de huelga, sino, que se establece que antes de proclamarla se advierta, varios días antes, a los dirigentes sindicales nacionales, regionales o provinciales. Se intentará de este modo resolver el problema sin, llegar a la huelga, si fuera posible, y en caso negativo, dar tiempo al Estado para que prepare servicios de emergencia.De todos modos, la consulta con los sindicatos no es vinculante, aunque si el parecer de los sindicatos fuera negativo, evidentemente la huelga podría perder eficacia ante la opinión pública.
La única preocupación es saber si estas medidas servirán para disminuir o bien reforzar a los llamados sindicatos «autónomos», que tanto preocupan hoy en Italia.
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