Los dos nuevos tramos del Metro se abrirán en la segunda quincena de este mes

El aumento de tarifas del Metro se producirá, según parece, días después de que queden abiertas las líneas Sainz de Baranda-Pavones y Ciudad Lineal-Canillejas, cuya apertura, que estaba prevista para estos días, se retrasará, sin embargo. hasta la segunda quincena del mes.Aunque, en un principio algunas noticias apuntaron a que la primera subida de este año se uniría, como ocurrió en enero de 1979 a la apertura de nuevos kilómetros de red, el retraso que ha sufrido el presupuesto de 1980, aún no discutido totalmente y estudio de una tarifa que no haga perder viajeros motivarán que las nuevas entren en vigor, como mínimo en el mes de febrero.

«Nuestro objetivo este año es no tener ni un solo viajero menos que el año pasado». manifestó Juan Torres. presidente del consejo de intervención del Metro. El objetivo, según el señor Torres. es algo difícil, ya que el tramo Ciudad Lineal-Canillejas, de la linca V, con 2.950 metros y cuatro estaciones, y el primero de los tramos de la que será la línea IX, Sáinz de Baranda-Pavones, con 3.983 metros y cinco estaciones, no van a aportar más que una mínima parte de nuevos viajeros. »

«La imagen del Metro ha mejorado sensiblemente, pero aunque parece que la pérdida de viajeros ha frenado y ha habido una recuperación espectacular en noviembre, no se puede restablecer una situación deteriorada durante los últimos cuatro años», dijo el señor Torres.

Hasta el mes de noviembre pasado, los índices de uso del Metro registraban una pérdida de 8,4% con respecto a 1978, porcentaje que puede ser ligeramente disminuido por los datos que se obtengan en diciembre.

La tarifa, que podría situarse para el billete único en quince pesetas, está aún en estudio, ya que se intenta que el precio del billete no produzca una disuasión en el viajero que le haga optar por otros medios de transporte o que le decida en pequeños trayectos a ir caminando. Asimismo, se intentará, con un nuevo sistema de tarifas, dar más comodidad al usuario; en este sentido, podrían cambiarse los abonos semanales por tarjetas de diez viajes que expenderían y cancelarían las taquilleras «ya que una inversión en maquinaria dedicada específicamente a este fin no se puede realizar», según fuentes de la compañía.

Este deseo de dar mayor comodidad a un público «que es capaz de pagar dos pesetas más a los vendedores ocasionales con tal de no esperar cola», ha sido, según parece, otro de los puntos que han impedido determinar la cuantía de las nuevas tarifas que, una vez determinadas, será enviada a la Comisión provincial de Precios y al gobernador civil para su aprobación o rechazo.