La foto de cuatro objetores de conciencia,

suspendidos en el vacío desde lo alto de la torre Eiffel, a 120 metros de altura, ocupó la primera página de los periódicos parisienses el día de nochevieja. Dos de los objetores descendieron durante la noche, pero los otros dos seguían colgados cuando amaneció el último día de 1979. Los dos jóvenes que bajaron manifestaron ante la policía que con su acción pretendían protestar contra las inculpaciones formuladas por los tribunales militares contra los objetores de conciencia. Los bomberos permanecieron al pie de la torre Eiffel toda la noche, pero no intentaron desalojar a los jóvenes, «pues», dijeron, «es demasiado peligroso» y «se trata de alpinistas bien entrenados».